Planeadores checos siguen conquistando el mercado de EE.UU.

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El fabricante checo de aviones pequeños TeST, de la ciudad de Velké Mezirící, se impone de manera contundente en el mercado estadounidense. Su planeador Atlas es el primer aparato checo en la historia en conseguir el certificado de la Asociación de Aviación de EE.UU. (EAA) en la categoría de aviones deportivos.

El avión checo TST-14M Bonus es el primer planeador en la historia en obtener la certificación en la categoría de aviones deportivos, determinada por la Asociación de Aviación el año 2005. Aunque los aparatos en EE.UU. pueden efectuar vuelos sin poseer dicha certificación, los aviones que no disponen de ese documento tienen que respetar varias limitaciones.

Para la pequeña empresa checa, cuyos 20 empleados fabrican anualmente unos 15 aparatos, se abren de esta forma grandes oportunidades comerciales. El copropietario de la compañía, Dalibor Losták, calcula que la empresa podría vender anualmente en América del Norte hasta diez aviones.

Tres aficionados a la aviación sin motores fundaron hace 15 años la empresa checa, construyendo el primer aparato para uso propio. Pero a medida que iba aumentando la demanda, los pilotos se convirtieron en fabricantes profesionales. La compañía fue creciendo y hoy día se especializa en fabricar planeadores con motores adicionales hechos de materiales modernos basados en fibras de carbono. El año pasado, Dalibor Losták, junto a dos socios, compraron la empresa de los fundadores.

TeST figura actualmente entre los cuatro fabricantes de planeadores europeos más importantes. La compañía cuenta con clientes principalmente en Europa Occidental, Australia, Nueva Zelanda y EE.UU.

Precisamente en América del Norte los aviones deportivos checos gozan de renombre. Los aparatos de las firmas como Evector Aerotechnik, TL Ultralight, Fantasy Air y Czech Aircraft Works, son considerados allí como garantía de calidad, así que no es de extrañar que la República Checa se ha convertido en el mayor exportador de los aviones pequeños al mercado estadounidense. El año pasado los fabricantes checos vendieron en EE.UU. unos 150 aparatos. Esa cifra representa una tercera parte de la importación total de planeadores a ese país.

Recientemente, las empresas checas han firmado contratos por cuatro millones de dólares en la mayor feria mundial efectuada la semana pasada en la ciudad estadounidense de Oshkosh.

Autor: Roman Casado
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