Cuba se ha mostrado en Praga tres veces diferente
“Cuba tres veces diferente” se llama una exposición de fotografías que se ha inaugurado este lunes en Praga. Obras de niños cubanos, de un viajero y de un fotógrafo pretenden mostrar al país del Caribe a través de distintos puntos de vista.
Una exposición, que reúne fotografías de Cuba de tres autores, fue inaugurada en la galería de Café Louvre en Praga. La asociación cívica Instituto Pontes, que organiza esta exposición y cuya vice presidenta es Markéta Veselá, pretende mostrar a Cuba desde diferentes perspectivas.
“Aprecio mucho las tres visiones de diferentes puntos porque Cuba es un tema que la gente suele ver desde distintos ángulos. Esta exposición, que junta la visión de los habitantes de Cuba con la de un periodista y un viajero, crea una imagen más compleja de la isla caribeña y esa fue nuestra intención”, explica Markéta Veselá.
En la exposición, que permanecerá abierta hasta el 2 de diciembre, se pueden ver fotos hechas por niños cubanos. Los organizadores repartieron entre ellos máquinas de un solo uso y los pequeños artistas crearon una imagen no censurada sobre el ambiente donde viven. Por otro lado las fotos de Carlo Vivari, viajero español, dedican atención a las sonrisas cubanas.
“Con mis fotografías trataba de acercarme más al lado humano de la gente, a las miradas, a las sonrisas y a los niños. Es curioso pero nunca he visto niños tan felices como en Cuba, es algo que me llamó mucho la atención. Luego a la gente mayor se le ve una mirada muy distinta, pero presté especial atención en mis fotos a los niños”, comenta el viajero.
Sin embargo, la exhibición no refleja sólo la alegría cubana, sino que tiene una misión más seria. Markéta Veselá del Instituto Pontes, presentó al público checo un mensaje del pueblo cubano que quisiera tener más informaciones sobre el mundo que está detrás de su isla.
“Cuba tres veces diferente” recuerda que el país del Caribe sufre una ausencia de fuentes de información objetiva y los organizadores de la exposición iniciaron una colección de libros con el fin de convencer a los turistas checos, que viajan de vacaciones a Cuba, que no cuesta nada llevar consigo un libro o una revista y dejarlo olvidado en una calle o un bar, porque los cubanos, ciertamente, lo encontrarán y disfrutarán su lectura, como sostiene Markéta Veselá.