“La tumba del hombre blanco“, primer testimonio checo sobre Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial es uno de los pocos países africanos que no han mantenido nunca relaciones diplomáticas ni comerciales con la República Checa. El lector checo puede conocer ahora esta ex colonia española y otros cuatro países de África Occidental y Central a través del libro “La tumba del hombre blanco”.
El título del libro recuerda la era de la colonización del continente negro durante la cual en el territorio de la actual Nigeria funcionarios y soldados británicos morían como moscas a causa de enfermedades tropicales. Sin embargo, la intención del autor no fue desestimular al lector de la visita a esta parte del mundo. Al contrario, podría servirle como una guía, afirma Iveta Chmielová, que presentó el libro en ausencia de su esposo, destinado ahora en Australia.
“Como mínimo le dotará de suficiente coraje, sabrá más o menos que llevar consigo y que necesitará enorme paciencia. Creo que eso basta para África. En cuanto a lo demás, el turista, viajero o amante checo del continente africano ya sabrá cómo arreglárselas”.
Iveta Chmielová, que acompañó a su marido en los viajes, ilustró con dibujos lugares o situaciones en los que no fue posible sacar fotos, por ejemplo, el cementerio de los funcionarios coloniales o a un hombre que está cayendo de una palma de aceite.
El ex embajador checo en Zimbabwe, Jaroslav Olša, apreció que “La tumba del hombre blanco” es el primer testimonio directo de un checo sobre Guinea Ecuatorial.
“La visité con el embajador Chmiel hace unos nueve años. Es un país hermoso que vale la pena visitar pero resulta un tanto problemático. En efecto, existen sólo tres libros en inglés sobre este país, que se titulan Tragedia africana, Gángsters tropicales y Lo pequeño no siempre es bonito. Lo curioso es que hace 500 años el primer mapa de Bioko, la isla principal del Estado, fue diseñado por un cartógrafo portugués llamado Valentín de Moravia, un hombre proveniente de las tierras checas”.El libro “La tumba del hombre blanco” ofrece también al lector información sobre la historia de la zona visitada, así como una mirada a los problemas actuales. Según expresó la esposa del autor, Iveta Chmielová, el turista checo que visita África no deja de sentir escalofrío, pero se lo recompensan impresiones fuertes que perdurarán toda la vida.