“Los checos aprenden inglés por trabajo y español por placer”
Armando López es un mexicano de Tijuana, de 28 años, con estudios de política y negocios en San Diego, Estados Unidos. Llegó a Praga de turista, le gustó y decidió quedarse a probar suerte. Se gana la vida como profesor de inglés y español aunque dice ser hiperactivo, así que en sus ratos libres se dedica al canto, la actuación, el baile y el deporte.
“Hola, hola. ¿Cómo estás?”
¿Qué te trajo a la República Checa?
“La primera vez que vine aquí fue en el año 2000 y me enamoré de la ciudad. Pero lo que más me llamó la atención fueron las chicas, la belleza, así que cuando vine en 2006 a un concierto de rock en Český Brod, me gustaron tanto las chicas que decidí quedarme y regresé hace como diez meses”.
¿A qué te has dedicado estos diez meses viviendo en Praga?
“Pues he trabajado en varias cosas, desde llevar gente a los bares a dar clases de inglés y español. También soy bailarín de música norteña en un grupo mexicano y ahorita estoy haciendo un proyecto de música rock alternativo, funk, y a la vez he hecho alguna que otra película, hice una hace poco”.
Multifacético el hombre...
“Mucha energía”.
¿Cómo se explica que un mexicano dé clases de inglés?
“Bueno, soy de Tijuana, de la frontera, y toda mi vida hablé los dos idiomas, porque debido a la cercanía, que vivo a cinco minutos de la frontera, pero en mi casa siempre me hablaron en español, es mi lengua materna, pero todos los programas de televisión, de radio. Y mis primos que tenía del lado americano, siempre hablábamos en inglés, así que de niño aprendí los dos idiomas”.
Vives de eso, dando clases de inglés, se puede decir...“Sí, de eso vivo. Básicamente mi ingreso mayoritario viene de ahí”.
¿También enseñas español?
“Sí, también, pero creo que el 90 por ciento es inglés y el 10 por ciento español”.
¿Y que te gusta más enseñar?
“Claro que español, lo siento más mío. El inglés lo hablo, pero el español, yo soy el español, lo siento. No es lo mismo decir una grosería en español que decirla en inglés”.
¿Notas que los checos son rápidos para aprender español?
“Yo creo que los checos son buenísimos para aprender el español ya que es un idioma en el que la fonética es muy similar, las vocales y la pronunciación, y por eso creo que aprenden rapidísimo el español”.
¿El inglés no?
“También el inglés, pero he notado que la mayoría de la gente que estudia inglés es porque su compañía se lo pide o porque lo tienen que hacer, pero los que estudian español es porque a ellos les nace, quieren aprenderlo, les gusta el idioma como suena, como se escucha, el temperamento latino”.
O sea que el inglés por obligación y el español por placer.
“Básicamente sí, eso es lo que me he dado cuenta”.
Y cuando enseñas español, te sientes en tu elemento, ¿no?“Totalmente. El español me encanta, es mi primer idioma, mi lengua madre y la siento, la siento”.
¿Cuánto tiempo más piensas quedarte en Praga?
“No sé, mínimo un año más, mínimo”.
¿De qué depende?
“Depende del trabajo. De cómo me esté yendo en el trabajo y en los proyectos que traigo alternos, como la música y esas cosas”.
¿Qué cosas te han llamado básicamente la atención acá en Praga?
“Fíjate, te voy a contar una anécdota rápida. La primera vez que vine a Praga en el año 2000 estuve un verano aquí en Europa y estuve mucho tiempo en Francia, España y Alemania. Y una cosa que me llamo mucho la atención cuando llegué a Praga eran los edificios, todos grises. Esto fue en 2000 y se notaba la vibra comunista todavía. Pero después regresé en el año 2006 y nunca había visto que un país cambiara tanto en tan poco tiempo. Para mí fue un choque el ver cómo cambió, había en todos lados Kentucky Fried Chicken, todo estaba más americanizado, se hablaba más inglés, un montón de expatriados viviendo aquí, más colores en las calles, más color, más vida, mucho turismo, llenísimo de turistas, eso fue lo que me llamó mucho la atención”.
¿Y por qué crees que ocurrió ese cambio?
“Porque se está integrando a la Comunidad Europea, se está haciendo capitalista y pienso que lo está haciendo a pasos agigantados. Pienso que tiene sus pro y sus contras, como todo. La economía está mejorando y la vida de las personas, de alguna forma, entre comillas, está mejorando también. Pero a la vez está creando una desigualdad social. Yo veo un montón de personas sin casa en la calle, veo alcoholismo, veo prostitución”.
¿Tú tienes doble nacionalidad, doble pasaporte?“Sí”.
¿Y eso te facilita viajar?
“Sí, claro, me lo facilita. O sea, yo soy mexicano, cien por ciento, padres mexicanos. Pero al tener nacionalidad estadounidense, cuando entro a otro país, ningún problema. Por ejemplo en el año 2006 fui a Macedonia. Iba viajando con un amigo mexicano y a él no lo dejaron entrar al país y yo sí entré, estuve en Skopje, la capital, como si nada, y él tuvo que quedarse en la frontera y después me junté con él en España”.
Pero a otros países te conviene viajar con pasaporte mexicano, ¿no?
“Sí, claro, por ejemplo a Cuba (ríe). Cuando cruzo de un país a otro, por ejemplo en los Balcanes, que estuve en Serbia y en Kosovo, notas la diferencia en los agentes migratorios, que se te quedan viendo como estadounidense, pero una vez que saben que eres mexicano te tratan diferente”.
Bueno, no te quito más tiempo, muchas gracias y que te vaya muy bien.
“No, gracias a ti. Adiós”.