En la Feria del Libro de Praga los traductores alzaron la voz
La Feria Internacional del Libro de Praga tiene vocación democrática y por eso los traductores tuvieron la oportunidad de hablar sobre un oficio a veces ingrato, a veces mal pagado, pero muy importante para que el diálogo cultural en la Europa y el mundo de hoy sea posible.
Alberto Ortiz, español, trabaja en conjunto con su esposa, Jitka Mlejnková, checa, y con ella ha traducido a Bohumil Hrabal, Karel Čapek e Iva Pekárkova, entre otros.
Ortiz exhortó a los gobiernos europeos a preparar mejor a los estudiantes en cuanto a idiomas, debido a la multiculturalidad que se vive en el mundo.“Estamos formando un espacio intercultural cuya lengua oficial es la traducción. Y es inconcebible que en nuestro sistema escolar no se forme a la gente, desde el principio, en las bases de la cultura de este espacio, que son las lenguas grecolatinas, que tienen la capacidad de preparar a la gente. Yo cuando me puse a traducir con Jitka pues hacía no sé cuántos años que no tocaba un texto, pero teníamos las bases”.
Alberto Ortiz arrancó risas cuando dijo que con su mujer se llevan muy bien, “pero la de cristos hemos pasado por un pluscuamperfecto de subjuntivo”.
Otra traductora presente en la Feria del Libro de Praga es Clara Janés, la responsable de que el gran poeta checo Vladimír Holan sea conocido en español y poetisa ella misma, ganadora de varios premios internacionales.
Janés es una de las más entusiastas precursoras del diálogo cultural entre República Checa y el mundo hispanohablante e indicó que procuraba traducir poetas con los que tenga alguna afinidad, ya que eso alimentaba su propia obra.“La traducción alimenta la propia poesía. Por eso yo siempre elijo un poeta al que me sienta muy afín y que pueda entrar en su mente y hacer una traducción que sea más o menos adecuada, no intentaré hacer algo que esté muy alejado, aunque a veces me ha tentado, pero podría fracasar, entonces prefiero que esté cerca de mi cuerda porque lo entenderé mejor”.
Los diálogos y encuentros con escritores, traductores, editores y críticos literarios proseguirán en la Feria del Libro de Praga hasta el domingo, que es cuando esta fiesta cultural baja el telón.