Huelga general paraliza el país
Miles de trabajadores se adhirieron este martes a la huelga nacional de una hora, convocada por la Confederación Checo-Morava de Sindicatos, en protesta contra las reformas gubernamentales.
El ministro de Salud, Tomáš Julínek, criticó la postura negativa de los sindicatos médicos hacia la reforma planeada y subrayó que apenas habían tenido tiempo de conocerla.
“Cuando les pregunté si habían leído el documento, reconocieron que no. Naturalmente, no pudieron leerlo, ya que lo publicamos la semana pasada e inmediatamente abrimos debates sobre los cambios propuestos. Protestan contra una reforma de la cual no saben nada”, afirmó Julínek.
Los sindicalistas del sector critican, ante todo, el propósito del Gobierno de transformar los hospitales y las casas aseguradoras en sociedades anónimas. Temen que el cambio pueda traer un empeoramiento radical de la asistencia en los centros de salud públicos.A la una de la tarde, se sumaron a los huelguistas también los trabajadores de otras áreas. En varias ciudades checas, el transporte urbano quedó paralizado. En la capital Praga, sólo el metro funcionó, mientras que los autobuses y los tranvías se sumaron a la huelga. También los trenes de cercanías interrumpieron por una hora el transporte de pasajeros.
En la huelga general contra la reforma de las finanzas públicas participaron asimismo los empleados de la educación y de varias instituciones públicas como, por ejemplo, los Correos Checos.
El primer ministro, Mirek Topolánek, reconoció el derecho de los sindicatos a expresar su malestar, pero señaló que no hubo ningún motivo, salvo el político, para convocar la huelga.“Desde que comenzamos a introducir las reformas, a partir del 1 de enero, disminuyó el desempleo y aumentaron los sueldos reales. Por ejemplo, los salarios en la Industria se elevaron en un 3,8 por ciento y, en el sector de la construcción, hasta en un 5,4 por ciento”, recalcó Topolánek.
A la huelga general convocada por la Confederación Checo-Morava de Sindicatos, se adhirieron más de un millón de personas. Sus organizadores afirmaron que se trató de la mayor movilización de trabajadores durante los últimos 18 años.