RCh lucha por combatir un brote de hepatitis A
Un brote de hepatitis A afecta desde julio a la República Checa. Aunque el epicentro sigue siendo Praga, la enfermedad se ha extendido ya a Bohemia Central y algunos casos se registran también en Moravia del Norte.
La peor situación se vive en Praga, donde se registran actualmente unos 260 infectados y otras decenas de personas esperan el diagnóstico, afirmó Michael Vít, director general de los servicios de higiene de la República Checa.
“Decenas de personas esperan aún los resultados de las pruebas de sangre, así que el número de infectados puede elevarse significativamente dentro de una semana”, señaló Vít.
La Alcaldía de Praga toma medidas para detener la expansión de la enfermedad. A principios de septiembre, realizó una vacunación masiva a los drogadictos y a las personas sin hogar, es decir, los grupos de mayor peligro. Últimamente ha destinado cerca de 40 mil euros a la desinfección de escuelas primarias y medios de transporte capitalinos, señaló el concejal para la sanidad, Milan Pešek.
“Hemos procedido a la desinfección de los medios de transporte urbano y las escuelas primarias el pasado fin de semana y continuaremos con la medida hasta que la situación en Praga mejore”, destacó Pešek.
Bohemia Central detecta unos 60 infectados de hepatitis A, el mayor número de ellos, en las ciudades de Pardubice y Hradec Králové. También la ciudad de Frýdek Mýstek, en Moravia del Norte, registra los primeros casos. Según Michael Vít, el número de personas infectadas seguirá aumentando durante un mes, como mínimo, y culminará a fines de octubre o a principios de noviembre.
La hepatitis A se transmite a través de la orina, la sangre y el contacto sexual. Aunque no es tan peligrosa como la hepatitis B y C, tiene un tratamiento complicado y se extiende fácilmente. Para prevenir el contagio, los especialistas recomiendan lavarse las manos con frecuencia y evitar el compartir productos de higiene y uso personal.