Democristiano Partido Popular quiere recobrar su unidad
El Congreso del democristiano Partido Popular, celebrado este fin de semana en la ciudad de Vsetín, eligió como presidente a Cyril Svoboda y reafirmó la decisión de la mayoría de los miembros de reunificar el partido y recobrar la confianza de los electores.
La composición de la nueva cúpula del partido y del Consejo Nacional, electos en el congreso, confirmó que la mayoría de los democristianos están a favor de cambios dentro de la formación. Al cargo de presidente fue electo Cyril Svoboda, quien había encabezado el partido entre 2001 y 2003 y es considerado un político mesurado, de gran tacto diplomático y sentido social. Por primera vez en la historia de la democracia cristiana será vicepresidente de la agrupación una mujer, Michaela Šojdrová. El ex líder, Jiří Čunek, integrará el Consejo Nacional. Svoboda reafirmó que una de sus tareas primordiales será la reunificación del partido.
“Todos representamos un solo partido, independientemente de los cargos que ocupemos. Nadie tiene derecho a utilizar la formación como instrumento para lograr objetivos personales. No toleraremos ningún intento de desintegrar o debilitar el partido”, dijo Svoboda.Las palabras de Svoboda fueron una alusión a las posturas del ex vicepresidente del partido y ex ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, y de sus seguidores, quienes desde hace tiempo le reprochaban a la dirección que frenaba las reformas en el sector social y de salud y decidieron abandonar la formación. Kalousek recalcó que esta decisión se debe a que considera que el partido se orienta hacia la izquierda.
“El democristiano Partido Popular, que siempre ha sido de centro-derecha, se desvía ahora a la izquierda. No lo critico, para cierta parte de los electores puede resultar incluso atractivo, pero yo no puedo apoyar esa política” señaló Kalousek.
Kalousek le reprocha a Cyril Svoboda, que haya incluido entre las prioridades del partido la anulación del impuesto equitativo y su reemplazo con el impuesto progresivo según el nivel de los ingresos, y la promoción de un sistema social que aventaje a las familias con hijos.
La nueva dirección del democristiano Partido Popular rechaza semejantes acusaciones. Insiste que, a diferencia de la Socialdemocracia, no quiere endeudar a las futuras generaciones imponiendo programas sociales irrealistas. Pero igualmente rechaza la intención del derechista Partido Cívico Democrático, de privatizar empresas estratégicas del país.