Moravia afectada por las peores inundaciones de la década
Trece personas han muerto ya como consecuencia de las inundaciones que azotan la región de Moravia. De momento el riesgo de nuevas crecidas parece remitir y ya se han comenzado las tareas de limpieza.
Entre los mayores dramas se encuentra el caso de los hermanos Fusek, que murieron cuando trataban de salvar a su madre. En el mismo pueblo, en Jeseník nad Odrou, Karla Luñáková estuvo a punto de perder a su madre y a sus hijos, como contó poco después de que el río arrasara su casa.
“Aquí fue donde mi hermano salvó a mi mamá con sus tres nietos. Hizo un agujero en la pared y los llevó al piso de arriba. Mi mamá tiene 62 años.Mi hermano se ha ido y los niños están con los otros abuelos”, explicó.
La riada se cebó especialmente con el municipio de Nový Jičín, donde resultaron dañados 450 inmuebles. Pero la lista es más amplia. Según el alcalde de Jeseník nad Odrou, Tomáš Machýček, será necesaria solidaridad con los damnificados para volver a la normalidad.
“Algunas partes del pueblo están sin energía eléctrica, y ahora estamos intentando que funcione la luz en todo el pueblo. En esta situación todos pueden ayudar. Con lo que sea: agua, alimentos, productos de higiene. Mucha gente ha perdido realmente todo lo que tenía”, insistió Machýček.Actualmente colaboran en las tareas de limpieza unos 250 efectivos del Ejército, aunque es posible que la dotación se amplíe a unos mil soldados en los próximos días.
De momento el nivel de las aguas baja y los niveles de alarma se mantienen estables o han descendido. Según el Instituto Meteorológico checo se esperan tormentas en Moravia durante todo el fin de semana y no se descarta alguna crecida ocasional.