El nuevo jefe del fútbol checo inicia las purgas
El nuevo jefe de la Asociación Checo-Morava de Fútbol, Ivan Hašek, ha comenzado a realizar los cambios prometidos. La nueva dirección de fútbol despidió a todos los empleados de la asociación y está a punto de realizar purgas también en el Comité Disciplinario y de Árbitros.
Acto seguido, la recién elegida directiva quiere reorganizar la asociación y reducir notablemente la plantilla del secretariado para aumentar su efectividad. Además, anuló la colaboración con la empresa de marketing STES, criticada en el pasado por la poca transparencia de sus operaciones financieras. La nueva jefatura centrará ahora su atención en llevar a cabo cambios de personal también en el Comité Disciplinario y de Árbitros.
Por otro lado, Hašek ofreció oficialmente el cargo de seleccionador al entrenador del Slavia de Praga, Karel Jarolím. Sin embargo, éste podría desempeñarlo sólo compaginando ambas labores ya que no quiere dejar de lado al Slavia. Por eso, Hašek baraja la posibilidad de compartir con Jarolím el cargo de seleccionador. Pero si bien sus pasos mencionados con anterioridad son aplaudidos por la afición, la idea de tener a dos seleccionadores es fuertemente criticada.
El nuevo jefe dará a conocer su decisión una vez terminada la sesión del Comité Ejecutivo el 7 de julio.
“Primero informaré al Comité Ejecutivo. Allí tendré que defender mi decisión. Después tendríamos que justificar esa decisión con resultados adecuados, pero estoy dispuesto a llevar plena responsabilidad por ese modelo”.En cuanto a la selección checa, Hašek aboga por indultar a los seis jugadores expulsados en abril del combinado nacional por indisciplina.
“Tanto yo como el nuevo seleccionador hablaremos con los indisciplinados. En caso de que tengan ganas de volver a representar el país al cien por ciento, serán indultados. No quiero volver a hurgar en el pasado, pero no podemos hablar con ellos como si no hubiera pasado nada”.
Hašek subrayó, además, que mantendrá una postura firme a la hora de negociar con los clubes del país. Por ejemplo, éstos se verán obligados a permitir a los futbolistas jóvenes sin excepciones para que jueguen el mundial sub-20 que se efectuará en septiembre y octubre en Egipto.
El presidente del fútbol checo resaltó que alcanzar un buen resultado en el campeonato es una de las prioridades de la Asociación e insistió en que los checos, que defenderán las medallas de plata, tienen que presentarse allí con su formación más fuerte.