Continuar la política de ahorros es la prioridad actual de Jan Fischer
Ahorros en la administración pública, ratificación del Tratado de Lisboa y privatización de las Aerolíneas Checas son las prioridades clave del Gobierno para los próximos meses, según ha anunciado el primer ministro, Jan Fischer.
El jefe del Gobierno aseguró que no planea realizar cambios bruscos en las diferentes carteras, pero que vigilará el cumplimiento de medidas ahorrativas propuestas por el ministro de Finanzas, Eduard Janota.
“Si no se produce un imprevisible hundimiento de la economía nacional, no presentaré al Parlamento ningún otro paquete de medidas ahorrativas. Sin embargo, vigilaré que el Gobierno continúe los preparativos para cambios fiscales y de los gastos mandatarios”, declaró el primer ministro.
Fischer asimismo subrayó que su Gobierno es proeuropeo y como tal hará todo lo posible para que se lleve a cabo cuanto antes el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa.
“Una de las prioridades de mi Gobierno es concluir la ratificación del Tratado de Lisboa para que entre en vigor antes de fin de año. Estoy preparado para negociar con las autoridades de otros países europeos sobre la creación de condiciones que permitan al presidente Václav Klaus firmar el documento”, sostuvo Fischer.
El primer ministro declaró que su Gabinete no iniciará nuevas privatizaciones, pero que no podrá posponer la decisión sobre la venta de las Aerolíneas Checas.
La compañía afronta últimamente graves problemas financieros. El consorcio Unimex Travel Service, el único interesado en su compra, está dispuesto a pagar por ella cerca de 39 millones de euros. Fischer señaló que no venderá la empresa de cualquier manera.
Entre otras prioridades mencionadas por el primer ministro, figuran el encargo estatal para la paliación de los daños ecológicos, la lucha contra la corrupción y el extremismo y un plan de financiación de la ciencia e investigación.Los representantes de las principales formaciones políticas, Mirek Topolánek, del Partido Cívico Democrático, y Jiří Paroubek, del Partido Socialdemócrata, respaldaron el proyecto del primer ministro.