Cumbre climática de Copenhague: poco, pero algo
No lo que se esperaba, pero al menos algo. Así califican el resultado de la cumbre climática de Copenhague el ministro de Medio Ambiente, científicos y activistas ecologistas checos. Copenhague ha sido el primer paso, ahora hay que continuar, coinciden.
Decepción y fracaso. Estas dos palabras prevalecen en los comentarios de políticos y expertos checos al referirse a la conferencia de la ONU sobre el clima en Copenhague.
Según el ministro de Medio Ambiente, Jan Dusík, la delegación checa no esperaba un acuerdo vinculante, pero sí más conclusiones concretas.
“Ha sido una oportunidad desaprovechada. Las esperanzas eran grandes. Todos querían alcanzar lo suyo, el problema era que cada uno quería lograr algo un poco diferente”.
Dusík considera positivo que los países clave, incluidos EE.UU., China, Brasil, Sudáfrica y la Unión Europea, han llegado a un consenso y que la mayoría de los participantes ha tomado conciencia de su esfuerzo de mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados.
Sin embargo, el Acuerdo de Copenhague no estipula ningún límite para la reducción de las emisiones. Para la República Checa sigue entonces siendo válido el compromiso viejo de la Unión Europea de reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero en un 20 por ciento.La pasividad es lo que reprocha a los negociadores europeos y checos Petr Machálek, del movimiento ecológico Duha. “La Unión Europea tiene sus compromisos, pero durante toda la cumbre no ha exhortado a los demás a sumarse”, indicó el activista a la agencia de noticias checa ČTK.
En el documento final de la cumbre climática, los países desarrollados prometen facilitar para 2020 a los países en vías de desarrollo 100 mil millones de dólares al año para la lucha contra el cambio climático. Jan Doležal, del Instituto para la Política Global Glopolis, opina que esta suma no es suficiente.
“La suma de 100 mil millones de dólares es mucho menos de lo que indicaban las propuestas y exigencias originales de los países en vías de desarrollo. Se hablaba de unos 600 mil millones de dólares, también el Banco Mundial estimaba que sería más, la UE contaba con 100 mil millones, pero de euros. Así que no es mucho y no se especifica si estas finanzas procederán de los recursos públicos o de subastas de los permisos de emisión”.En los próximos tres años la República Checa debería ofrecer para este fin cuatro millones de euros anualmente. La suma se destinará de los recursos correspondientes a la ayuda al desarrollo.
El presidente checo, Václav Klaus, resumió la cumbre de Copenhague fiel a sus posturas. En una entrevista para el portal FoxNews declaró que el calentamiento global no es una ciencia, sino una “nueva religión” que impide el desarrollo. Los ojos de todos se vuelven hacia la próxima cumbre climática que se celebrará a finales de 2010 en México.