Hace 85 años nació la tradición de árboles navideños con colectas caritativas
Cada año se encienden en las plazas de las ciudades checas árboles navideños. A su pie suelen organizarse colectas caritativas para niños necesitados. La tradición nació hace 85 años en Brno por iniciativa del periodista y escritor Rudolf Těsnohlídek.
El 22 de diciembre de 1919 Rudolf Těsnohlídek y dos amigos se dirigieron a cortar un árbol navideño. En un bosque cerca de Bílovice nad Svitavou, a tres kilómetros al norte de Brno, escucharon un llanto y encontraron una bebé de 17 meses en pañales y casi congelada. Posteriormente se descubrió que era Liduška Kosourová, que fue abandonada por su madre desesperada, cuenta el maestro Pavel Kováč, de Bílovice.
“La niña fue salvada. Se encargó de ella una nueva familia adoptiva de Brno. Liduška aprendió el oficio de vendedora, contrajo un matrimonio feliz con un profesor de secundaria, se trasladó a Praga, tuvo cuatro hijos y dos nietos y falleció tras una vida larga y contenta a 79 años de edad”.
Este suceso con un comienzo triste, pero un final feliz incitó a Rudolf Těsnohlídek a reflexionar sobre el destino de los niños abandonados, añade Pavel Kováč.
“Cabe recordar que ocurrió un año después del surgimiento de la República Checoslovaca. Se creaban las leyes, pero no existía todavía una legislación para el cuidado de niños. Rudolf Těsnohlídek, como redactor de Lidové Noviny, empezó a alarmar a la sociedad. Era muy complicado, había que convencer a funcionarios, empresarios, asociaciones para que apoyaran la idea de construir un hogar para niños que sustituyera a sus familias”.
Rudolf Těsnohlídek tardó cinco años en lograr organizar en 1924 la primera colecta caritativa bajo un árbol navideño que fue trasladado a la Plaza de la Libertad de Brno desde los bosques de Bílovice, costumbre que se mantiene hasta hoy día.
Al cabo de otros cuatro años fue colocada la primera piedra del Hogar para Niños Dagmar. Fue denominado según la princesa checa que se casó en 1205 con el rey Valdemar de Dinamarca, país de origen de la tradición de árboles navideños en las plazas.
Rudolf Těsnohlídek no vio cumplido su sueño. Acabó con su vida en enero de 1928 cerca del lugar donde salvó a la pequeña Liduška. El mensaje de su primer árbol navideño de la República Checoslovaca, como lo bautizó, permanece.