Más de mil firmas para impedir el cierre de la Casa Blů

La Casa Blů, quizás el establecimiento de carácter latino con más solera de la República Checa, podría cerrar en breve en caso de que el Ayuntamiento de Praga no renueve el alquiler del local. Unas 1.100 personas han firmado una petición en apoyo de lo que consideran, más que un bar, una institución.

Fundada en 1996, la Casa Blů es sin duda el más clásico referente de la comunidad hispanohablante de la capital checa. Ahora su futuro se halla amenazado, al salir a concurso la licencia para explotar el local, que pertenece al Ayuntamiento de Praga 1.

La licitación, en principio, es puramente económica. La empresa que más ofrezca por el alquiler, se lleva el local. Esto pone a la Casa Blů en una posición delicada, ya que actualmente paga unos 3.000 euros mensuales y, aunque en su oferta ha aumentado sustancialmente esta cantidad, la propuesta se queda por debajo de lo que se cree que espera el Consistorio. La baza del establecimiento es que, para un buen número de clientes de la Casa Blů, no se trata de un mero bar, sino de una institución que cumple una importante labor social y cultural en la ciudad, como describe uno de los propietarios, Jorge Zúñiga.

David Toula y Jorge Zúñiga
“Se perdería un lugar donde hay algunas características de trato entre la gente que son bastante poco típicas para la ciudad. Es un lugar donde se hablan permanentemente dos o tres idiomas. Es un lugar donde viene mucha gente que es bilingüe, y donde los idiomas más fuertes son el español y el checo, luego el inglés. Se perdería un lugar donde claramente suceden algunas actividades culturales: de orden literario, artístico, exposiciones de fotografía... Donde algunas comunidades de latinoamericanos celebran sus fiestas... No me parece que sea un lugar como cualquier otro”.

Es por ello que apareció una iniciativa ciudadana, a cargo del apasionado por la Casa Blů David Toula, que consiguió reunir 1.100 firmas en contra del cierre del local, un número significativo por sí mismo y más si tenemos en cuenta que la recolecta tuvo lugar solo durante tres semanas y además en las difíciles fechas de Navidad y Año Nuevo. Por otro lado, el grupo de Facebook de la Casa Blů cuenta de momento con más de 1.300 miembros.

En caso de tener que abandonar su local de la calle Kozí, Jorge no tiene claro si la Casa Blů reabriría en otro lugar. A su entender hay argumentos a favor y en contra.

Jorge Zúñiga
“Si esta sociedad no es capaz de manifestarse por la existencia de un lugar así (que a pesar de que sea una empresa privada tiene una connotación que va más allá de lo privado), si esta sociedad no quiere, y los representantes de esta sociedad, que son la Alcaldía, no son capaces de provocar una constelación de cosas, o de actos, que dé como resultado que este lugar exista, la verdad es que a mí me da la impresión de que no vale la pena hacer algo así. Pero por otra parte es una buena marca, la gente lo quiere, hay mucha gente que trabaja acá, hay una responsabilidad también con la gente que trabaja... Entonces ya no es tan fácil optar de una manera solamente personal”.

La petición fue presentada este miércoles y servirá ahora para que la Alcaldía pueda tomar en consideración otros criterios, además del económico. Por el momento solo queda esperar el resultado del concurso, que se hará público este mes.

Autor: Carlos Ferrer
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