50 años de Big Band en la Radiodifusión Checa
El pasado miércoles la Big Band de la Radiodifusión Checa celebró sus 50 años de existencia, y lo hizo, como no, con un concierto. En el acto no faltaron los clásicos checos de la canción: Karel Gott, Marta Kubišová e Ilona Csáková, entre otros. En este Lunes Musicales haremos un repaso a esta institución que ha sido durante décadas parte insustituible del devenir musical del país.
Originalmente centrada en el jazz y el swing, con el tiempo se fue adaptando a los tiempos y a los gustos de los espectadores, realizando grabaciones con los cantantes más populares de cada momento, entre los que destaca por su intemporalidad Karel Gott. La orquesta mantenía por un lado una formación de música de baile, centrada en las melodías más comerciales, y por el otro una división de jazz, con un director distinto.
La Big Band compaginaba las actuaciones transmitidas en directo por la radio con las grabaciones y los conciertos en público. Un hecho curioso es que, por la división creada con la Cortina de Hierro, no había que pagar derechos de autor por grabar canciones extranjeras. Al mismo tiempo había una gran demanda de este tipo de música. Solo en 1965, la banda grabó 37 melodías de Europa occidental con las letras adaptadas al checo.
En esta época, los músicos de la Big Band eran empleados de la Radiodifusión Checa y podían dedicarse a su profesión con una total seguridad profesional, lo que en el mundo de la música suele ser todo un lujo. Junto con la amplia variedad de registros, era una de las mayores ventajas de la orquesta, según uno de sus antiguos directores, Felix Slováček.“Porque no teníamos que luchar por sobrevivir y podíamos dedicarnos realmente a hacer música. Por eso por debajo de mí tenía a otros dos director, el señor Popelka y el señor Hála, que se encargaban de la música popular y del jazz respectivamente. Como se ve teníamos una perspectiva musical muy amplia”.
La invasión soviética de 1968 le costó el exilio a Krautgartner, pero el sentido de la orquesta se mantuvo prácticamente idéntico. No sucedió lo mismo tras la Revolución de Terciopelo de 1989. Los tiempos habían cambiado y desde la nueva dirección de la Radiodifusión Checa se consideró que ya no era necesario tener una orquesta así como parte de la plantilla. Desde entonces la Big Band es una entidad autónoma que, eso sí, dispone de contrato con la radio y puede utilizar sus instalaciones para ensayar.
Sus actividades se han visto pues considerablemente reducidas en los últimos años, lo que pone en cuestión su misma continuidad, como critica Slováček.
“Cuando uno escucha las piezas que se hacían para programas como ‘Canciones para Rudolf’ y otros proyectos, se da cuenta de que era una orquesta que dominaba el escenario musical checo. Y ahora su importancia ha menguado. Sobre ella se yergue un gran interrogante. Porque reunirse una vez cada tres meses, o cada mes, y grabar canciones que hemos tocado ya cien veces, y nada nuevo... Por favor, ¿qué sentido tiene?”Ahora sin embargo, con motivo de su 50 aniversario, se preparan cambios para devolver a la Big Band su lustre de la época dorada. De momento la orquesta se prepara para grabar un disco de música ligera con letras del compositor Pavel Vrba y con la presencia, siempre magnética, de Karel Gott. El trabajo incluirá versiones de clásicos como ‘You Are my Special Angel’ y ‘It Was a Very Good Year’.