Bohemia Jazz Fest 2010: “Praga tiene mucha solera”
Los compases y lamentos flamencos de Marina Albero y Alba Carmona pusieron el colofón del Bohemia Jazz Fest de 2010 en Praga. La Plaza de la Ciudad Vieja enmudeció encandilada por la intensidad de los sonidos y el baile del grupo de Barcelona. Radio Praga habló con ellas.
Las raíces andaluzas de la cantaora Alba Carmona y el rico enfoque de Marina Albero, de múltiples influencias, son la marca de la casa. Marina, que en Praga tocó el piano, resume esa receta que es el sonido de las dos.
“Yo estuve tres años en Cuba acabando mi carrera de clásico de piano. Pero claro ese país, como te puedes imaginar, no se puede reducir al clásico. Por contagio me metí mucho en la música cubana, junto con que yo tocaba música antigua, que como además he estudiado jazz, he tocado latin,… y ahora al trabajar con Alba, para mí es como abrir la puerta del flamenco a lo grande”.Mientras se ponía el sol sobre la bulliciosa Plaza de la Ciudad Vieja, el numeroso público siguió la actuación en un silencio poco habitual para festivales al aire libre. Aunque era el primer concierto de las barcelonesas en Praga, sabían, por la fama de la capital checa, que el público sabría entender y adentrarse en su música, como explicaba de antemano Marina Albero.
“Sabemos el movimiento cultural que tiene esta ciudad. Para mí tiene mucha solera, como dirían los flamencos. Solera musical y artística. Sabemos que el público de aquí es un público preparado de oído, un público que respeta la música y que conoce la música. Para nosotras es un lujo actuar ante una audiencia así”.Solo lamenta Marina Albero no haber podido traer a Praga el salterio, habitual en sus conciertos. El instrumento antiguo persa, cuya sonoridad define la artista como “antigua, abierta y acuática”, es la aportación, según ellas, que han hecho al jazz-flamenco: el hallazgo de los orígenes del flamenco en la antigua Persia.
“El salterio tiene tres mil años. Viene de Persia. El cante de allí, el tipo melisma, es muy parecido al flamenco. Yo creo que lo más parecido a un primer cantaor y un primer instrumento es un salterio. O sea, que estamos haciendo algo nuevo, y en realidad estás volviendo al origen”.
Marina Albero y Alba Carmona vinieron a Praga gracias al interés que despertaron en el músico checo de jazz Rudy Linka, organizador del festival y también a la colaboración con el Instituto Cervantes.