Liga Gambrinus: adiós al juego limpio

Tomáš Řepka y Václav Ondřejka, foto: ČTK

Ya en la segunda jornada de la Liga Gambrinus de la primera división checa, los futbolistas locales se olvidaron del ‘fair play’ o juego limpio, del que tanto se habla en todo el mundo. Más vistoso o trascendente que la victoria del Sparta ante el Slovácko, por 2-1, o el empate del Slavia a un gol ante el Ostrava, a domicilio, fue el escupitajo a bocajarro del infalible Tomáš Řepka, capitán del actual campeón, o el gol del Pilsen propiciado por la lesión de un jugador rival.

Tomáš Řepka y Václav Ondřejka,  foto: ČTK
Dos escenas, dos momentos que quedarán grabados en la retina del espectador y que reflejan el lamentable estado actual del fútbol checo: el flagrante escupitajo del siempre polémico capitán del Sparta, Tomáš Řepka, contra el volante del Slovácko, Ladislav Volešák, y el gol que viola las reglas más fundamentales del juego limpio que el Pilsen le propinó al Liberec.

Dos imágenes para la vergüenza que deberían servir para recapacitar: ¿hacia dónde va el fútbol checo?

Tomáš Řepka, que siempre está en el punto de mira por su mal carácter y juego sucio, añadió otra perla a su extenso currículo. Un salivazo a mansalva, que la televisión checa no se cansa de repetir, que podría significar otra sanción para el jugador. Ladislav Volešák, víctima del arrebato de Řepka, condenó la acción del indigno capitán del Sparta.

Marek Matějovský y Ladislav Volešák,  foto: ČTK
“Yo le hice una entrada a Řepka. Creo que fue una falta, nada grave, pero el árbitro no la pitó. Así que me alejé, pero de pronto él llegó y también me llegó su escupitajo. Creo que ha sido un grave comportamiento antideportivo por parte suya”.

Ahora cabe esperar que la Federación Checa de Fútbol, en vista de lo antideportivo de la acción y de las claras imágenes que comprueban lo sucedido, tome cartas en el asunto y sancione debidamente a un jugador que avergüenza al actual campeón del fútbol checo.

Hablando estrictamente de fútbol, cabe decir que el Sparta atacó constantemente al Slovácko y mereció abrir el marcador antes. Pero recién en el minuto 56 el atacante local Lukáš Třešñák pudo perforar la valla rival, en una bonita acción de juego colectivo.

Igor Žofčák y Petr Švancara,  foto: ČTK
“Igor Žofčák me envió un pase lindo detrás del zaguero, después ya fue fácil marcar el gol. Primero pensé que estaba fuera de juego, aunque siempre controlaba mi posición en relación a los defensas, para evitar caer en la trampa del offside, así que espero que el gol haya sido regular”.

El otro momento álgido de la segunda jornada futbolera se vivió en el partido disputado entre el Liberec y el Pilsen, jugado en la metrópoli del norte de Bohemia, que terminó 2-3 a favor de la visita.

El equipo local intentaba remontar un 0-2 en contra desde el minuto cuatro de juego, cuando un malentendido en la zaga del Liberec terminó con un defensor lesionado que desde el suelo pedía que se parara el juego. Llamado al que los atacantes rivales hicieron caso omiso, lo que propició el tercer gol del Pilsen.

El Pilsen contra el Slovan Liberec,  foto: ČTK
La verdad es que mirando la imagen, los delanteros visitantes demuestran su poca afición al juego limpio: el defensa no puede correr hacia un balón fácil que le cedió un compañero y visiblemente afectado, hace gestos de dolor desde el suelo, invocando el juego limpio que la FIFA constantemente saca a relucir. Pero el Pilsen continuó el contragolpe, sin acordarse de la regla número uno del fútbol.

Finalmente el Pilsen, gracias a ese gol de la deshonra, ganó por 2-3, ante la abucheada general de la hinchada local.

Dos imágenes que dejan en muy mal pie la reputación del fútbol checo, en un año en que la seguidilla de escándalos y fracasos en los que se ha visto envuelto la selección nacional ameritaba una reacción de otra clase.


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