El desconocido Žilina aleja a Sparta de la Liga de Campeones
El Sparta de Praga está cerca de quedarse otra vez a las puertas de la Liga de Campeones. Jugando en casa contra el Žilina, campeón de la liga eslovaca, vivió una noche aciaga y el 0-2 encajado puede que sea, por lo visto en el estadio de Letná, un resultado demasiado difícil de remontar.
El Sparta no se encontró sobre el terreno de juego y echó demasiado en falta a los jugadores del equipo titular que no pudieron saltar al campo. Las tarjetas rojas cosechadas en Polonia en la anterior eliminatoria, junto a las lesiones, causaron la baja de piezas clave para el club como son Bony Wilfried, Marek Matějovský y Libor Sionko. Una ocasión clara fallada aún con el 0-0 en el marcador y el buen juego del Žilina hicieron el resto. Pero sus goles no llegaron hasta la segunda parte. Primero anotó el gambiano Momodou Ceesay, y más tarde Tomáš Oravec.
El defensa del Sparta Erich Brabec reconoció tras el encuentro la superioridad de los eslovacos.“En la segunda mitad Žilina dominó con claridad. Después de su primer gol nosotros tuvimos que abrir un poco el juego… pero nada nos ha salido bien”.
Precisamente Brabec se hizo merecedor de una tarjeta amarilla totalmente innecesaria, que, junto a la recibida por Tomáš Řepka, deja al Sparta de nuevo con dos importantes bajas, esta vez en defensa, para el partido de vuelta, por acumulación.
Pero el técnico del Žilina, el checo Pavel Hapal, no da por decidida la eliminatoria.
“No sería la primera vez que un equipo gana a domicilio y luego pierde en casa. Así que hay que mantener la calma, y preparar la vuelta sin perder la concentración. No voy a permitir que se desate la euforia por este resultado. En Žilina vamos a estar bajo una gran presión. El estadio estará lleno, y eso también será un factor a tener en cuenta”.Tampoco los checos se rendirán, según aseguran los jugadores del Sparta, a la vez que afirman que no esperaban caer contra los eslovacos. De no realizar toda una proeza la próxima semana, los praguenses podrían quedarse por cuarto año consecutivo en las eliminatorias previas de la Liga de Campeones. Mientras, el fútbol eslovaco, que dejó fuera a Chequia del último mundial, volvería a dar la campanada, aprovechándose de la poca importancia que parece seguir mereciendo para sus vecinos checos.