“Gracias, pero nos vamos”, los médicos checos inician protestas por sus bajos sueldos
Los sindicatos médicos de la República Checa han puesto en marcha la campaña de protestas “Gracias, pero nos vamos”, destinada a conseguir mejores condiciones financieras para la profesión. Unos 3.000 médicos están dispuestos a presentar su dimisión a finales de año si no se les aumenta el sueldo.
Esta relativamente modesta situación laboral de los médicos checos, junto a la falta de perspectivas provocada por la política de austeridad del Gobierno, ha llevado finalmente a los sindicatos a salir a la calle.
Los doctores reclaman que su sueldo sea entre 1,5 y 3 veces superior a la media nacional, y que se duplique la remuneración de la hora trabajada, que actualmente es de 8 euros para recién licenciados y 16 para médicos experimentados. Al mismo tiempo reivindican una mejora en el sistema educativo, que actualmente obliga a los jóvenes médicos a trabajar en condiciones muy duras al salir de la Universidad.
Conscientes de su importancia y del prestigio de su profesión, los médicos amenazan con marcharse. La campaña “Gracias, pero nos vamos”, apoyada por una ambulancia itinerante que va captando apoyo por los hospitales, intenta convencer a los doctores de comprometerse a presentar su dimisión a finales de año si no se cumplen sus expectativas.
Se trata de una amenaza real, según insiste el presidente del Club de Sindicatos Médicos, Martin Engel.“El apoyo hasta el momento es de unos 3.000 médicos, que han prometido dimitir. Para que se hagan una idea, en el país hay 16.000 médicos trabajando en los hospitales. Y luego está el éxodo real de profesionales. Este año han presentado al colegio de médicos la solicitud de trabajar en el extranjero unas 400 personas”.
Según el Ministerio, no se trata de 400, sino de 192 los médicos checos que han decidido abandonar el país. Una cifra que además, según el Gobierno, es significativamente reducida en comparación con los años anteriores.
Sea como sea, el Ministerio no considera tomar en cuenta las reivindicaciones, alegando falta de presupuesto. Los sindicatos a su vez acusan a la Administración Pública de mala gestión y de dilapidar el dinero público a través de una mala política de medicamentos y compras de equipamiento a precio mucho mayor que el de mercado.Además de la campaña, los sindicatos se manifestarán el 21 de septiembre en Praga, y consideran la posibilidad de ir a la huelga el 15 de octubre.