Dos checos ganan el EU Contest para jóvenes científicos
Apenas han terminado la escuela secundaria y ya se han visto en la tesitura de dar conferencias y publicar el resultado de sus investigaciones en una revista especializada. Los checos Miroslav Rapčák y David Pěgřímek son los ganadores de este año del Concurso Europeo para Jóvenes Científicos.
La realización de proyectos y el consiguiente reconocimiento internacional es algo que normalmente llega, como muy pronto, en el tramo final de la carrera. Miroslav Rapčák y David Pěgřímek, del centro de secundaria Orlová, en la región de Moravia-Silesia, han tenido el privilegio de saborearlo mucho antes.
Su proyecto, Simulación Monte Carlo de Acumulaciones Atómicas, les ha valido el galardón del Premio Europeo para Jóvenes Científicos, organizado por la Unión Europea y celebrado este año en Lisboa. Se trata de una nueva aportación a la investigación molecular, como explica Rapčák.“Yo y David nos dedicamos a crear simulaciones por computadora de agrupamientos de moléculas, en este caso de dióxido de carbono. Hemos diseñado una serie de programas que nos permiten descubrir cómo estos sistemas se comportan al agregarse nuevas características. Nuestra mayor aportación es la implementación de la presión. De esta manera podemos saber cómo se comportan las agrupaciones de dióxido de carbono a altas presiones, como la que puede haber en el fondo del océano. Los resultados se puede utilizar para comprender el proceso de acumulación de dióxido de carbono en el fondo del mar”.
Sus aplicaciones informáticas permitirán establecer tendencias y predecir el comportamiento del dióxido de carbono en el mar, lo que puede abrir la puerta a diversas aplicaciones. Rapčák nos da dos ejemplos.“Si es que hay calentamiento global, es posible que se deba a la alta concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Una modificación en la acumulación de dióxido de carbono en los fondos marinos puede reducir la cantidad de gases de efecto invernadero. Las simulaciones también pueden ayudar a inventar una nueva manera de extraer metano del fondo del mar y utilizarlo para producir energía”.
La calidad del proyecto se debe, en primer lugar, al excelente tándem de Rapčák y Pěgřímek, que han sabido conjugar sus especialidades de forma eficaz y creativa. Pero además de a su genio, los jóvenes deben el éxito a la tutela recibida en la Universidad de Ostrava, como cuenta Rapčák.
“David se dedica a la informática y yo a la física. Buscábamos una investigación en la que pudiéramos trabajar juntos y complementarnos. Fuimos a la Universidad de Ostrava, donde nos tomó a su cargo el profesor Aleš Vítek, que nos guió y nos enseñó a hacer simulaciones por computadora. Empezamos con las agrupaciones de moléculas, y después nos dimos cuenta que el dióxido de carbono es un compuesto interesante y que el conocimiento que se tiene de él todavía anda rezagado en comparación con el de otros sistemas”.Aunque quizás pudiera esperarse que este destacado comienzo de su vida académica marcara la dirección a seguir, parece más bien que ha sido el trampolín hacia otros caminos. Ni proseguirán su actividad investigadora en Ostrava ni parece que el dióxido de carbono vaya a determinar su futuro.
“Acabamos de incorporarnos a la Facultad de Matemáticas y Física de la Universidad Carolina. Me quiero dedicar a la física pero todavía estoy dudando si continuar con el mismo tema, porque también me atraen otros campos. Y David se dedica más bien a la informática teórica, o algo en esta dirección”.
El Concurso Europeo para Jóvenes Científicos es una continuación del Philips Contest, al que sustituye desde 1988. Sus objetivos son apoyar la colaboración y favorecer el intercambio de experiencia entre los jóvenes investigadores europeos.