“Mi hijo iba sentado detrás y…”
Cientos de personas marcharon por Praga para recordar a los otros cientos de personas que mueren cada año en accidentes de tráfico en la República Checa. Fotos de familiares añorados y camisetas de color rojo sangre que evocaron las vidas truncadas y tragedias no superadas que se quiere evitar que se repitan con la celebración del Día Mundial de las Víctimas de la Violencia Vial.
“Los jóvenes no tienen miedo y arriesgan mucho. Les gusta ir rápido y los autos rápidos. Eso le pasó a mi hijo. Su amigo se puso a adelantar a 110km/h, una velocidad muy por encima de la permitida en esa carretera… Mi hijo iba sentado detrás”.
Los accidentes de tráfico están considerados por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia que afecta todo el planeta, donde cada año calcula las victimas mortales en más de 1.300.000, y los heridos en más de 50 millones.
En la República Checa las cifras han mejorado sustancialmente en los últimos años. La introducción del carné por puntos y otras medidas y campañas han logrado el mismo efecto que en el conjunto de la Unión Europea. Desde los 1123 decesos en 2007, se ha bajado a los 832 en 2009. Este año continúa la tendencia positiva, con menos de 630 muertos a seis semanas de que concluya 2010. Unos dos fallecimientos diarios, que sigue siendo, como es evidente, un dato preocupante. Sobre todo si además se compara con las cifras de otros países de Europa Occidental.