El Día Mundial del Malbec se celebró también en Praga
El malbec es una variedad de vino tinto que está muy de moda. Por eso, el domingo se celebró el primer Día Mundial del Malbec, fiesta que también llegó hasta Praga. En el hotel Four Seasons de la capital checa se reunieron centenares de importadores, distribuidores, expertos e invitados para catar, disfrutar y hablar de esta emergente cepa argentina.
“Esta vez vinimos a Praga para un evento muy importante que es el primer Día Mundial del Malbec, que se organiza en varias ciudades del mundo en donde Argentina tiene representación diplomática. El malbec es una cepa originaria del suroeste de Francia que en Francia nunca ha sido una gran apelación o por lo menos no ha sido una apelación conocida y que en Argentina se adaptó tan bien que hoy es el símbolo de los vinos argentinos, la uva emblemática de Argentina”.
Luis Schroeder agrega que una de las cosas interesantes del malbec es que se cultiva en los 2.500 kilómetros de región vinícola que tiene Argentina.“Esto va desde Salta en el norte, casi en la frontera con Bolivia, hasta la Patagonia, a distintas alturas, y en cada una el malbec se ha expresado de forma distinta o de forma particular. Es un vino que está muy de moda en el mundo, se adapta mucho a la dieta típica argentina, que es mucha carne o mucha pasta, ese tipo de comidas”.
Y el malbec de la familia Schroeder tiene la particularidad de venir de la Patagonia argentina, una zona más fría, lo que le da un grado de exotismo que lo hace llamativo al ojo del consumidor.
Son vinos más elegantes, menos tánicos, más livianos, distintos al malbec típico de Mendoza, sostiene Luis Schroeder.“El malbec tiene una característica y es que no se ha dado en otros países. Hay un poco de malbec en california, hay algún malbec en Chile, pero yo diría que el 99% del malbec que se vende y exporta en el mundo viene de Argentina. Es una uva muy frutal, con frutos rojos y con estructura. El malbec es un fenómeno mundial, en realidad”.
Según Luis Schroeder, el malbec argentino goza hoy de un prestigio mundial que en su momento tuvo el shiraz australiano o el carmenere chileno.
“El malbec está hoy un poco de moda, te diría que por el éxito también de la exportación argentina, somos relativamente nuevos en la exportación de vinos y ahora estamos gozando no sé si de la suerte del principiante, se podría llamar, o realmente pegó muy bien el malbec en muchos mercados. En Estados Unidos se vende mucho, en Europa se está vendiendo mucho. El mercado más importante en Europa es el Reino Unido, en fin, se está dando bien en muchos mercados incluyendo la República Checa”.Jorge Atisha es el distribuidor de los vinos de la Familia Schroeder en Praga, a través de su empresa Openwine.
Y reconoce que el malbec es imparable, que su crecimiento ha sido exponencial en el mercado checo y que si antes él, por ser chileno, no creía en la calidad de los vinos argentinos, ahora la realidad ha desmentido sus prejuicios.