La reconstrucción de la Callejuela del Oro llega a su fin
Después de un año de permanecer cerrada por reconstrucción, la Callejuela del Oro, en Praga, volverá a abrirse al público el próximo 1 de junio.
Nueve de los 16 edificios que integran la Callejuela del Oro acogerán exposiciones sobre la historia del lugar y sobre los personajes más famosos que la habitaban, afirma František Kadlec, de la Administración del Castillo de Praga.
“En estos días, las casitas están siendo amuebladas. Aquí tenemos una mesa típica de una cervecería medieval. Allí pueden ver el sillón que usaba la famosa adivina Matylda Průšová, que vivía en esta calle. Poco más allá se puede ver el mobiliario de un taller de costurera”, señala Kadlec.Los visitantes podrán ver además el hogar de un tirador de la corte del emperador Rodolfo II, una tienda de hierbas finas y un taller de orfebrería, agrega Pavel Jiras, de los estudios fílmicos de Barrandov, donde se fabricaron réplicas de muebles históricos para la exposición.
“Fabricar muebles históricos no es nada fácil. El mobiliario para el taller de orfebrería, por ejemplo, fue hecho casi exclusivamente según documentos escritos de la época”, destaca Jiras.Las restantes siete casas estarán alquiladas a comerciantes, que venderán allí productos de vidrio y cerámica, libros, postales y otros objetos recordatorios.
El alquiler mensual de las casitas oscila entre 25.000 y 40.000 euros. Según el director de la Administración del Castillo de Praga, se han presentado al concurso 20 empresas.La Callejuela del Oro surgió en las postrimerías del siglo XV en el lugar de un antiguo vertedero. Sin embargo, su aspecto actual corresponde al de los años 50 del siglo XX, cuando la abandonaron sus últimos inquilinos, sostiene el arquitecto responsable de la reconstrucción, Petr Chotěbor.
“Durante su existencia, la Callejuela del Oro ha sido sometida a un sinnúmero de reconstrucciones. Devolverle su aspecto original resulta imposible. Por eso hemos decidido respetar el diseño del arquitecto Jiří Trnka, de los años 50 del siglo pasado”, recalcó Chotěbor.Los primeros habitantes de esta estrecha calle, situada en el barrio del Castillo de Praga, eran gente pobre como guardias, criados de la nobleza del Castillo y más tarde también artesanos.
Desde finales del siglo XIX, la Callejuela del Oro se convirtió en un lugar predilecto de los artistas. Durante algún tiempo vivió allí el escritor Franz Kafka. El sitio sirvió como fuente de inspiración asimismo a los poetas checos Jaroslav Seifert y František Halas.Desde hace medio siglo, este pintoresco lugar sirve exclusivamente para fines turísticos, aportando a las arcas del Castillo cerca de medio millón de euros al año. Su reapertura está prevista para el próximo 1 de junio.