Los impuestos están acabando con la cerveza checa
Uno de cada cinco diputados trabaja fuera del Parlamento; los mineros y las personas que realizan trabajos pesados podrán pensionarse 5 años antes, los impuestos están acabando con la cerveza checa.
Se trata de diputados de todas las formaciones políticas, sostiene Lidové Noviny. Además de diputados, muchos de ellos son alcaldes, profesores, abogados y miembros de Juntas Directivas o de Inspección de diversas empresas.
“Hay que organizar todo muy bien para tener tiempo suficiente. Es por eso que en el Parlamento no tengo funciones en ninguna Comisión”, explicó al diario el diputado Vít Něměček del Partido Cívico Democrático.
Por su parte, Marek Benda, del mismo partido justifica a sus compañeros argumentando que las actividades extraparlamentarias son necesarias porque los diputados tienen sueldos muy bajos.
David Rath del opositor Partido Socialdemócrata es, además de diputado, gobernador, miembro de varias Juntas Directivas y ejerce su profesión de médico.
El diario recuerda que en algunas democracias Occidentales los diputados, senadores y funcionarios públicos de altos rangos deben dedicarse única y exclusivamente a las labores para las que resultaron electos.
Las personas que realizan trabajos pesados podrán pensionarse 5 años antes que los demás. A este acuerdo llegaron los Sindicatos y el Gobierno tras arduas negociaciones, informa Právo.
Los sindicatos pidieron la excepción para los mineros y personas que trabajan en condiciones difíciles o peligrosas, pero todavía no definieron con exactitud la lista de profesiones afectadas.
Para este martes los sindicatos preparan una marcha multitudinaria para protestar contra la reforma del sistema de pensiones y de salud aprobada por el Gobierno y que se debatirá en el Parlamento.
La ruta de la marcha es la misma que utilizaron los sindicalistas durante su reciente marcha de protesta y huelga general contra las reformas. Los Sindicatos insisten en que las reformas van en detrimento de los pacientes y de la población en general, sostiene Právo.
Pasando a otro ámbito, el diario Hospodářské Noviny informa que las cervecerías nacionales acusan problemas. La venta de la cerveza empieza a bajar. No es que a los checos, bebedores de cerveza por excelencia, les guste menos, el problema son los impuestos que han subido el precio de la bebida.
La Unión de Cerveceros quiere pedir el Gobierno que estudie a fondo el aumento de los impuestos de la cerveza, porque de lo contrario muchas cervecerías pequeñas tendrán que cerrar.
Ante la subida de los precios los checos han empezado a consumir cervezas de menor calidad importada, por ejemplo, de Polonia, donde los bajos impuestos les permiten exportar a precios prácticamente sin competencia, advierte Hospodářské Noviny.