Entrenadores y ex deportistas acusados de falsificar anabolizantes
La Agencia de Lucha contra el Crimen Organizado mantiene detenidos a ocho checos y tres eslovacos como integrantes de una banda que falsificaba y distribuía anabolizantes y medicamentos. Las sustancias podrían haberse vendido incluso en otros países europeos.
El consumidor final podía no saber que el producto era falso ya que las copias eran de gran calidad y parecido a las originales, asegura Pavel Hanták, portavoz de la Agencia de Lucha contra el Crimen Organizado.
“Este grupo tenía en Zlín una pequeña fábrica donde realizaban las falsificaciones que después vendían en cajas aparentemente como las originales ya que se copiaba también el diseño y las marcas registradas. Parecían medicamentos originales”.En los registros realizados en los domicilios de los sospechosos se encontraron cientos de miles de dosis, así como 24 kilogramos de pastillas azules para mejorar la potencia sexual masculina.
La investigación ha durado varios meses y ha contado con la colaboración de los detectives del Centro Nacional contra la Drogadicción así como con unidades policiales de otros países, especialmente de Eslovaquia.
Los detenidos son antiguos deportistas, culturistas, entrenadores, responsables de gimnasios y organizadores de competiciones, algo que no sorprende al médico Jan Hnízdil, especialista en tratamientos de recuperación física.
“Desde hace muchos años basta con ir a determinado gimnasio para volver cargado de anabolizantes, hormonas de crecimiento, hormonas para el tiroides o medicamentos para la potencia sexual masculina, todos ellos falsificados. No es nada nuevo. Pero como la Policía no tiene poder para hacer frente a la corrupción política y económica, se dedica a estos casos de menor importancia, aunque claro que es algo que también tiene que hacer”.Según Hnízdil, el problema de los medicamentos y anabolizantes falsificados no afecta a los deportistas profesionales. Pero sí a los clientes de gimnasios, que “a menudo consumen sustancias de dudosa procedencia en grandes cantidades que no han pasado por controles sanitarios ni policiales.
El problema de los anabolizantes, remarca Hnízdil, es que son medicamentos para tratamientos con indicaciones muy claras y con unos efectos secundarios no deseados que se manifiestan a largo plazo, dañando el metabolismo, la composición de la sangre y el hígado, entre otros.