La República Checa sufrió más de lo previsto en Montenegro en el partido de vuelta de la repesca para la Eurocopa 2012, pero finalmente se impuso con un golazo y, lo más importante, selló su pase al torneo.
Petr Jiráček (a la derecha), foto: ČTK
La República Checa no faltará a la próxima Eurocopa que se disputará el verano del año que viene en Ucrania y Polonia. Esta ha sido, eso sí, la clasificación más complicada para el país desde la separación de Eslovaquia en 1993, y la primera vez desde entonces en la que no ha pasado directamente imponiéndose al resto de países en su grupo.
Este año la emoción se ha mantenido hasta el final. España le hizo tener que jugárselo todo en la repesca, y solo a diez minutos del final del partido de vuelta de la eliminatoria, los checos pudieron respirar aliviados. Un golazo de Petr Jiráček tras dejar clavada a la defensa montenegrina con un regate en la frontal del área, acababa con el sueño de la pequeña república balcánica de jugar su primera competición internacional.
Petr Čech, foto: ČTK
Pero Montenegro no se lo puso sencillo. Partiendo con la desventaja de 2-0 que lograron los checos en Praga el viernes pasado, los montenegrinos salieron claramente al ataque en la primera parte. La historia podría haber sido muy distinta de haber materializado alguna de las ocasiones claras que tuvieron. Especialmente cuando un disparo de Demjanovic se estrelló contra el travesaño checo tras haberla rozado con los dedos el guardameta Petr Čech. El portero reconocía que el equipo había tenido suerte en algunos momentos.
Foto: ČTK
“Creo que tras el descanso hemos salido con la lección bien aprendida de la primera parte. Hemos jugado más organizados, no les hemos dejado oportunidades de acortar la ventaja que llevábamos. Además, esperábamos que ellos, al arriesgar más, abrieran espacios y nos llegaran oportunidades a nosotros. Hemos tenido suerte de mantener hoy la puerta a cero en todo caso, pero si pensamos en los dos partidos, creo que nos hemos merecido la clasificación, hemos sido mejores”.
Tomáš Rosický, foto: ČTK
Tomáš Rosický, figura clave en el devenir de la eliminatoria, reivindicaba tras el encuentro el buen juego de la selección.
“Ellos empezaron a atacar más y nosotros por desgracia no éramos capaces de mantener el balón. Estos fueron los mayores problemas que tuvimos en algún momento. Pero esperábamos clasificarnos. Hemos sido compactos, aun cuando han tenido dos oportunidades claras. Pero el equipo ha jugado muy bien, tenemos muchas cualidades, que por desgracia los periodistas no queríais ver, pero que las hemos demostrado en este partido”.
Foto: ČTK
El 2 de diciembre Chequia sabrá cuales serán sus rivales en la fase de grupos de la Eurocopa de Ucrania y Polonia. Seguro que no le tocará ni Francia, Irlanda ni Dinamarca, países con los que compartirá el cuarto bombo en el sorteo. Si tiene suerte, caerá emparejada en el mismo grupo de alguna de las dos selecciones anfitrionas, si no, otra vez España, el único país al que reconoce temer el seleccionador checo, Michal Bílek.
