Fernando Saunders, el músico que cambió Nueva York por Ostrava
Fernando Saunders, el bajista durante décadas de Lou Reed, encontró la paz y la inspiración en la República Checa para realizar su primer álbum en solitario, ‘Plant a Seed’. En este programa especial el músico norteamericano habla para Radio Praga de cómo decidió cambiar Nueva York y California por Ostrava, enamorado de su gente, sus músicos y su modo sencillo de vida. También quiso recordar a su amigo Václav Havel.
Una decisión difícil. Se acababan las giras mundiales, los hoteles de cinco estrellas, los polideportivos llenos y los programas de televisión para probar suerte en solitario. Pero, convencido, Saunders buscó precisamente un lugar donde no conociera a nadie para hacer la música que tenía dentro, cuenta.
“Incluso Lou Reed me dijo que tenía que hacerlo, que tenía que cantar. Así que terminé la gira ‘Berlin’ con él, y me fui a Suiza. Pero después de un tiempo, aquel lugar tan bonito no me inspiraba música. Surgieron dos opciones: España y la República Checa. En Chequia había descubierto sitios maravillosos como Telč, también había estado en Ostrava y había conocido Studénka. Cada vez que había estado en la República Checa había sido maravilloso. Me gustaba aquella zona en Ostrava para estar también cerca de Cracovia y Viena, sin estar en una ciudad grande. Fui allí y la gente me hizo sentir muy bien, así que ese era el lugar para hacer mi música”.
Fernando Saunders tenía interés por la República Checa desde hacía mucho. De adolescente conoció al bajista checo Jan Hammer, que vivía en Estados Unidos, y a su mujer, de quien recuerda las canciones que cantaba en checo. Dice Saunders que con esa edad todo se vive de forma intensa, y que siempre tuvo muy presente aquellos momentos.
Pero no pisó suelo checo hasta muchos años después. Llegó a Praga junto a Lou Reed para un concierto y conoció al presidente Václav Havel, cuya amistad con Lou Reed era famosa.
Los encuentros con Havel fueron muchos tanto en Estados Unidos como en la República Checa, y Saunders, que realizó esta entrevista antes del fallecimiento del ex mandatario, quiso posteriormente recordarle por teléfono.
“Siempre que visualizo a Havel lo veo sonriendo, como cuando estuvimos con él en Nueva York. Bill Clinton le dedicó en la Casa Blanca una cena de honor por sus méritos, y el que daba el concierto era Lou. Se quedó tres o cuatro días más en Nueva York y quería ir a Harlem a ver jazz en directo. Podía haber ido a clubs clásicos como el Blue Note, que está en Manhattan, pero no, quería ir al barrio negro. Fue muy divertido, todos en mi coche, con escolta policial, lo pasamos en grande en aquellos sitios. Así que cuando pienso en él, veo a una persona feliz, y por eso creo que logró lo que logró, lo hizo en paz, y abrió las puertas que abrió, por su personalidad”.
“Ostrava me recuerda a Detroit”
Es cuando menos llamativo y poco frecuente que un músico reconocido en Estados Unidos, que vivía entre Florida y Nueva York, termine mudándose a una ciudad como Ostrava. ¿Qué encontró Fernando Saunders en la ciudad moravo-silesia?“Yo soy de Detroit, y Ostrava me recuerda a Detroit. Es industrial, aunque yo realmente no la veo tan industrial y contaminada como siempre se dice, ha cambiado mucho. Pero sí es industrial en la energía de la gente, tienen los pies en el suelo y son muy agradables. Es un sitio donde en el supermercado te conocen de una vez para otra y te ayudan, una ciudad sin estrés, con familias y niños jugando. Pero me siento bien en toda Chequia en realidad”.
El bajista, acostumbrado a compartir escenarios con los mejores, está sin embargo impresionado de los músicos que por casualidad se ha encontrado entre sus nuevos vecinos.
“Todo el mundo es aquí muy creativo. De hecho hay dos personas en mi disco que descubrí simplemente porque estaban en mi casa y empezaron a tocar el piano o algo así. Tú les preguntas si son músicos y te dicen que no, pero luego hacen cosas increíbles. Muchos de mis amigos aquí hacen un trabajo cualquiera, pero son auténticos artistas, tocan sin ninguna pretensión, con mucha normalidad”.
El fin de una relación musical con Lou Reed de 30 años
Durante unos conciertos en Francia en 1977 en los que Fernando Saunders tocaba junto a Jeff Beck y Jan Hammer, conoció a Lou Reed. Algo más tarde comenzaría su larga colaboración. El bajo de Saunders es el de varios de los discos de Lou Reed de principios de los 80, como ‘Blue Mask’ y ‘New Sensations’. A mediados de los 90 volvió a unirse al antiguo cantante de la Velvet Underground, para grabar con él discos tan sobresalientes como ‘Set the Twilight Reeling’ o ‘Ecstasy’.En el álbum en directo de Lou Reed ‘Animal Serenade’, de 2004, se descubren las cualidades vocales de Antony Hegarty, del grupo Antony and the Johnsons. Fernando Saunders también canta varias de sus propias canciones. Antony logró a partir de entonces un gran éxito en solitario. Saunders siguió junto a Lou Reed.
Pero compartir protagonismo no es una de las cualidades por las que destaque Lou Reed, comenta Saunders.
“No quiero que suene mal, pero es duro con músicos de ese nivel, hay problemas de celos y cosas así. ¿Pero de qué estás celoso? Tú estabas en la Velvet Underground y yo solo estoy intentando progresar. Pero no tengo ningún problema con Lou, nos mandamos mails, hablamos, canta en mi disco. Está todo bien. Yo aprendí mucho de él”.
La última vez que Fernando Saunders y Lou Reed compartieron escenario fue precisamente en el concierto organizado por Václav Havel en la antigua iglesia de Santa Ana de Praga para conmemorar el XX aniversario de la Revolución de Terciopelo en 2009. Paradójicamente, sobre el mismo lugar donde la semana pasada yacía el féretro del ex presidente.Tras décadas tocando junto a Lou Reed, uno de los mayores genios que ha dado el rock en su historia, Fernando Saunders reconoce las influencias.
“Su sencillez, por supuesto, en lo musical. En las letras también he aprendido mucho, aunque de hecho él quiso que tocara con él por una canción que yo había hecho, ‘Reviens Chérie’. Él me ayudó a olvidarme del equilibrio en las letras. Entre su influencia y la de Marianne Faithfull, se abrió el lado más oscuro de mis letras. No en el sentido de la tristeza, simplemente se abrieron nuevas posibilidades, pero sigue siendo mi estilo”.
“Tocar en Havířov es como hacerlo en el Nueva York de antes”
Fernando Saunders lleva ya dos años viviendo en Ostrava. Nadie lo diría, pero cuenta que tocar en Moravia es como hacerlo en el Nueva York de los buenos tiempos.“Una vez me invitaron unos amigos a escucharles en Havířov. Todo el mundo subía al escenario y se ponía a tocar. Era como estar en el Nueva York de antaño. Ya no, eso se perdió, todo se volvió muy comercial en Estados Unidos. Pero aquí no, la gente sube al escenario con su acordeón, o el mismo camarero se pone a cantar… pero a cantar bien. Allí también conocí a una chica que luego tocó conmigo el acordeón en el Colours of Ostrava”.
¿Cuáles son los músicos o grupos preferidos de Fernando Saunders de la escena checa?
“Me gusta mucho la gente que ha tocado en mi disco, como Luboš Malina de Druhá Tráva, que toca la flauta, o el violinista Karel Holas, de Čechomor. Me gusta el grupo Monkey Business, y otras muchas, pero la verdad que soy malo recordando nombres. Me gusta ver cómo toca aquí la gente el acordeón y otros instrumentos folclóricos, y los quise mezclar de alguna manera original con mi música en el disco”.
Fernando Saunders se mudó a la República Checa para llevar a cabo el proyecto de su disco ‘Plant a Seed’, pero dos años después sigue aquí. Le gusta, y la tecnología actual le permite participar en proyectos musicales a pesar de encontrarse a miles de kilómetros de donde se graban.Eso no quita que viaje constantemente para hacer música en cualquier parte del mundo, pero su casa está en una buhardilla del centro de Ostrava. Saunders explica la complicidad que siente con quienes son sus nuevos vecinos.
“Esta gente sabe lo que es luchar. No quiero decir nada malo de nadie, pero un sueco o un suizo no saben lo que es eso porque ya tienen de todo, al menos esta generación. Aquí la gente tuvo que luchar por sus derechos y por ser libre, y yo también vengo de eso. De donde yo vengo, si eres hispano, negro, etc. tienes que luchar por ser respetado. Pero lo que me gusta de la gente de aquí es que han luchado pero ahora solo quieren ser felices. Trabajan duro y seguro que también tienen sus problemas, a lo mejor hay cosas que no veo, pero lo intento, y creo que aquí la gente valora mucho las cosas”.
Fernando Saunders cree que pronto estará de gira por España, ya que prevé que su disco ‘Plant a Seed’ salga a la venta en ese país durante 2012, al igual que recientemente lo hizo en Estados Unidos.