Slam Poetry: un género muy checo, a pesar de su nombre

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La poesía slam surgió en la ciudad estadounidense de Chicago en los años 80. En la República Checa esta particular forma de expresión literaria celebra su décimo aniversario. Durante todo ese tiempo los torneos de poesía oral han ido evolucionando, pero aun tienen intacta su esencia, que es el contacto directo con el público.

En 1986, cuando el poeta y obrero estadounidense Mark Smith decidió dar un poco de vida a los aburridos recitales tradicionales de poesía, no sabía que su decisión iba a cambiar la escena literaria en muchos países del mundo. La poesía slam superó las distancias geográficas y diferencias culturales para llegar a países tan diferentes como México, Polonia, Senegal y la República Checa.

Estos torneos, donde la poesía se parece más a estilos como el hip hop o el rap y donde los poetas tratan de expresar sus emociones frente a un público participativo, hicieron su aparición en la República Checa en 2002. Desde entonces, la poesía slam ha ido conquistando poco a poco el terreno literario checo y últimamente los poetas slam locales participan a menudo en torneos internacionales. Muchos de ellos coinciden en que no es nada fácil explicar lo que es la poesía slam. Tomáš Kůs, que organiza los encuentros de slam desde hace varios años, utiliza una definición simple.

Tomáš Kůs
“Se trata de interpretar un texto propio frente al público de manera viva y entretenida. El poeta puede aprovechar su cuerpo, los movimientos, la mímica, acentuar el ritmo del texto y muchas cosas más”.

Los recitales de slam tienen una forma de torneo inspirado en el boxeo en el que cada poeta tiene tres minutos para leer, recitar o declamar su texto. Los jueces son elegidos de la audiencia al azar y los poetas tratan de animar el show y enganchar al público para ganar puntos. Los que lo logran, pasan a la segunda ronda. En caso de ser mala o aburrida su presentación, el público puede abuchear al poeta hasta que se vaya.

Está prohibido el uso de música, de instrumentos u objetos, no se permiten disfraces. El cuerpo y la voz son los únicos instrumentos que el poeta puede utilizar. Se puede presentar cualquier tipo de poesía, tratar cualquier tema, hablar incluso en una lengua extranjera, pero siempre hay que utilizar textos propios. No cabe duda alguna que la poesía slam es un género muy particular e introducirla en la República Checa no era nada fácil, señala Tomáš Kůs.

Bohdan Bláhovec
“En los primeros años los encuentros de poesía slam eran muy diferentes a los que tenemos hoy. Había que buscar a personas interesadas en recitar. Se invitaba a poetas, artistas de performance e incluso a interpretes de la música hip hop”. Muchos de los que participaron en los primeros encuentros de slam subían al escenario sin saber exactamente qué hacer frente al público. Y el público no sabía qué esperar. Los primeros poetas ignoraban las reglas establecidas, buscaban su propio estilo, inventaban su manera de hacer la poesía slam. Bohdan Bláhovec, uno de los principales representantes del slam checo, recuerda su primer encuentro con esa disciplina literaria.

“Fue cuando yo era estudiante de cine y no tenía dinero. Un día me llamó una amiga y me dijo que le parecía un candidato perfecto para participar en un torneo de poesía slam. Dijo ‘¿te interesa? Puedes ganar mil coronas’. Al escuchar la última frase, le dije que sí”. Sin saber qué era la poesía slam, Bohdan Bláhovec participó en la competición regional y ganó. Luego se presentó en el torneo nacional y volvió a ganar. Poco después se convirtió en uno de los mejores poetas slam en el país.

Para Bohdan Bláhovec, ser poeta slam es como ser un trovador o un bufón del rey que se puede permitir decir cosas que otros no podrían. Además de hacer los recitales más arrebatadores de todos, Bohdan Bláhovec introdujo sin querer un nuevo elemento a la poesía slam checa: la improvisación. “La improvisación no se utiliza en la poesía slam en ningún lugar en el mundo. Yo no lo sabía, no entendí bien las reglas e improvisé en el primer torneo. Pero gracias a este malentendido la improvisación forma parte inseparable de la poesía slam checa y en los escenarios se encuentran poetas con textos escritos y los que inventan todo en el momento de estar ahí”.

La poesía slam checa tiene otra particularidad más, resultado de sus principios llenos de confusión y de falta de información. Para denominar esta disciplina literaria, los checos decidieron evitar la traducción y optaron por la expresión inglesa poetry slam. No obstante, alguien se equivocó y empezó a imprimir en los rótulos la forma invertida, slam poetry. Esta denominación quedó hasta la actualidad y no deja de sorprender a los poetas extranjeros. A pesar de sus principios difíciles, la poesía slam se ha establecido en el país y hoy cuenta con un público fiel y unos diez poetas exitosos que participan regularmente en los eventos más importantes.

Jan Jílek,  foto: YouTube
Cada año, en las competiciones regionales aparecen nuevos talentos, algunos logran llegar hasta el nivel nacional para competir con las estrellas como Bohdan Bláhovec o Jan Jílek, que han ganado varias veces el titulo del mejor poeta del año y representaron el país en el extranjero.

A diferencia de Bohdan Bláhovec, Jan Jílek prepara cuidadosamente sus textos e incluso los reunió en un libro cuya publicación reabrió el debate sobre la poesía slam como poesía del momento que fuera del escenario pierde toda su fuerza.

Jan Jílek rechaza las objeciones de sus críticos e insiste en que bajo la forma impresa, la poesía slam puede animar a los checos a interesarse por la poesía. “A un evento de poesía slam en un club de Praga asisten hasta 300 personas, pero al publicar su obra un muy buen poeta checo no vende más que unos 500 libros. La poesía tradicional ya no funciona hoy, nadie la quiere leer. La poesía slam puede ayudar a cambiar esta situación.

Jakub Foll,  foto: Potrvá
Una cuestión es salvar la poesía tradicional, la otra es salvar la poesía slam checa que, al llegar a su décimo aniversario, está decayendo. Según muchos, los torneos se vuelven aburridos, los poetas no cambian desde hace varios años y les falta la motivación para buscar nuevas ideas y nuevos temas. No obstante, los mismos poetas encontraron una muy buena manera de revivir esta disciplina.

Bohdan Bláhovec junto a sus compañeros Jakub Foll y Biomasha, como se hace llamar una de las pocas mujeres de la escena slam checa, decidieron aprovechar de la accesibilidad de la poesía slam y acercarla a los jóvenes de comunidades excluidas para que estos puedan expresar sus preocupaciones y opiniones. En otoño de 2011 organizaron varios talleres para los adolescentes de la comunidad gitana de Praga y de la ciudad de Ústí nad Labem, en el norte del país. El entusiasmo y el talento de esos jóvenes llevaron a los organizadores a la decisión de publicar sus textos en un libro.

Según Bohdan Bláhovec, la publicación tiene un tema en común. “En los textos se habla mucho del racismo, pero eso no es sorprendente. Lo interesante es que los chicos abordan ese tema de manera más ligera de lo que esperábamos. A pesar de los conflictos graves que se han producido últimamente en el país entre la comunidad gitana y el resto de la población, tienen una actitud relajada. Pero sí, este tema resuena en sus textos”.

Parece que Bohdan Bláhovec con sus compañeros descubrieron una buena posibilidad de hacer llegar la poesía slam a la nueva generación que tiene mucho que decir. Sin embargo, habrá que esperar algún tiempo para ver si alguno de estos jóvenes querrá subirse al escenario profesional y echarle aire fresco a la poesía slam checa.

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