Las visiones mágicas de la artista chilena Caterina Oxley
La artista chilena Caterina Oxley está realizando una residencia de tres meses en la Meet Factory de Praga, fruto de la cual es la exposición ‘Visiones Mágicas’, que puede verse hasta el 5 de julio en el café Jericho de la capital checa.
El inglés es el idioma oficial de los artistas que llegan a la Meet Factory al programa de residencia y allí se le ve feliz estos días hablando con checos, holandeses, japoneses, húngaros y jóvenes de otras muchas nacionalidades.
“Descubrí estos programas de residencia que en Alemania es donde más hay y postulé a varios de ellos y entre medio postulé aquí a la Meet Factory en Praga, y aquí fue donde me escogieron y por eso estoy acá. Vine hacer un proyecto de pintura por tres meses desde abril hasta julio y ahora estoy exponiendo mi trabajo que realicé aquí durante mi residencia, es un trabajo realizado aquí en Praga”.
La artista sostiene que el trabajo que ha realizado estos meses en Praga es una continuación de lo que venía haciendo en su país.“Mi trabajo es una continuación de sí mismo que continúa y va evolucionando, entonces viene de lo que yo estoy trabajando en Chile y es la misma línea que va evolucionando. Bueno, aquí estoy trabajando como hace mucho tiempo en la relación del ser humano con el animal pero aquí lo estoy tomando desde un punto de vista más mágico y espiritual. La exposición se llama ‘Visiones Mágicas’ que muestra algo así como epifanías de animales fantásticos en donde estos humanos se comunican y los llevan para poder tomar sus poderes y poder comunicarse con el más allá”.
Agrega que esta experiencia de residir un tiempo en Praga le ha dado la oportunidad de conocer otras culturas.
“Bueno, me ha servido mucho, conocer gente no solamente de acá de Praga, artistas de Praga, también artistas de países de aquí de los alrededores y poder compartir con ellos el proceso de trabajo y a su vez ir conociendo la ciudad de manera tranquila y relajada viviendo acá y cada día conociendo algo nuevo”.
Hasta comienzos de julio, Caterina Oxley vive y trabaja en la Meet Factory, un oasis cultural creado por el artista David Černý, el niño terrible del arte checo.
“Sí, estoy viviendo ahí en el mismo taller, tengo un taller gigante, lo que es muy rico, creo que es el taller más grande que he tenido así que he disfrutado eso. Sí, ahí yo me cocino, hay de todo, es súper cómodo. Estoy viviendo ahí súper bien. No es un estudio, para nada, no es un estudio formal, yo creo que yo no tengo ganas de volver a sentarme en una mesa con un profesor adelante, o sea formato clase, a mí nunca me ha acomodado mucho”.
Y aunque se ha concentrado en su trabajo, también ha tenido tiempo para pasear, para descubrir los rincones mágicos de Praga.“Lo que me ha llamado la atención de acá de Praga es la cantidad de iglesias barroquísimas, exuberantes, preciosas. Muchas de esas iglesias están cerradas o algunas cobran para entrar. Pero hubo una noche de iglesias abiertas hace como tres semanas, un día viernes, en donde estaban todas estas iglesias que hoy día ya casi funcionan como museos, son muy pocas las que tienen actividades religiosas cotidianamente. Y eso fue súper rico ya que pude entrar a varias iglesias que había visto siempre cerradas durante mis paseos por la ciudad”.
Caterina Oxley dice que siempre que enfrenta un trabajo deja que el pincel fluya y después analiza el resultado.“Cuesta mucho definir una fuente, porque cuando yo veo mi trabajo, una vez finalizado mi trabajo empiezo a descubrir de dónde han venido los diferentes motivos, figuras, colores, formas, y finalmente llego a la conclusión de que es una mezcla de pedazos de mi vida, impresiones, y la forma cómo yo estoy viendo cotidianamente mi vivir. Y claro, hay influencia de pintura renacentista, pintura barroca, barroco americano, pintura colonial religiosa y militar, que se ve mucho en mis trabajos anteriores, más que ahora. Y mucha flora y fauna fantástica”.
Además, agrega que la experiencia adquirida en estos meses de residencia checa es muy rica, ya que en la Meet Factory se ha formado un verdadero crisol de razas.
“Sí, recomendaría la experiencia porque no es un estudio formal, lo que a mí me acomoda mucho, pero sí es un estudio desde otra perspectiva, porque hay un aprendizaje muy grande. Hay un artista de Alemania, otro de Holanda, de Hungría, de Inglaterra, otro de Japón, y eso es súper interesante, conocer las otras culturas, a mí me interesa mucho y pregunto mucho de las religiones, la política, cómo funciona la historia en los distintos países. Y también el contacto con los artistas checos, es muy importante para mí, saber cómo funciona aquí todo el sistema social y artístico, la ciudad”. Para finalizar, Caterina Oxley comenta que aunque lejos de su tierra, en Praga también ha encontrado amigos y gente con la que conecta desde el punto de vista artístico.“Bueno, los invito a todos a ver mi exposición, pinturas directamente de la esencia chilena aquí en Praga. Primera vez que expongo mi trabajo fuera de mi país y que voy a estar en una inauguración sin nadie de mi gente cercana, pero sí va a venir mucha gente que he conocido nueva, así que es una experiencia bien entretenida, espero que venga harta gente a verla, va a estar hasta el 5 de julio y después me voy a Berlín con las pinturas”.
Seis obras de diverso formato, pero todas pintadas sobre una lona gruesa a modo tapiz, conforman esta exposición, ‘Visiones Mágicas’. Los cuadros están a la venta y la artista dice que ojalá se vendan, para no tener que llevarlos de vuelta a Chile, que es un viaje muy largo y es mejor hacerlo ligera de equipaje.