Klaus tilda a Havel de extremista de izquierdas
Extremismo de izquierdas. Con esas palabras tildó el presidente checo, Václav Klaus, la política de su antecesor, Václav Havel, fallecido en diciembre de 2011. El mandatario, cuyo período de funciones expirará en marzo, lo dijo para el semanario polaco Do Rzeczy.
“Havel confundía la democracia con una posdemocracia de las élites. Se trató más bien de un eco del jacobinismo francés que del principio conservador británico del liberalismo clásico. Él imponía una destrucción modernista del orden humano existente. Fue un extremismo de izquierdas”. Así comentó el mandatario las posturas de su antecesor para el semanario polaco Do Rzeczy.
Sus palabras indignaron a los admiradores de Václav Havel. “Si Havel hubiera sido jacobino, Klaus hubiera terminado en el cadalso. Pero no fue así. Todo lo contrario. Su carrera política floreció bajo la presidencia de Havel”, resaltó el ex ministro de Defensa, Alexandr Vondra.Mientras que el antiguo secretario del ex presidente, Vladimír Hanzel, dijo que Klaus definitivamente perdió el sentido común y que sus declaraciones demuestran su temor por desaparecer por la trampilla de la historia.
“Klaus simplemente envidia a Havel que se inscribió en la historia como un gran personaje, mientras que él mismo con el tiempo caerá en el olvido como una mera figura episódica”, resaltó.
Por su parte, el secretario del presidente actual, Ladislav Jakl, dijo que Klaus no hizo más que comparar dos filosofías distintas y que es necesario comprender sus palabras en el contexto de la entrevista entera.“Klaus no pudo describir mejor el contraste entre las posturas de ambos políticos. Si el discurso político no es más que un enfrentamiento permanente entre dos conceptos ideológicos elementales, el de la derecha y de la izquierda”, subrayó.
La antipatía entre Klaus y Havel era notoria. Viejos rencores marcaron las relaciones entre ambos políticos durante largos años. En los años 90, Havel sometió a dura crítica al Gobierno encabezado por el entonces primer ministro, Václav Klaus, quien respondió diciendo que las visiones de Havel eran completamente ajenas a la política de derechas.
Se puede decir que la postura de Klaus es consistente. No obstante, sus críticos le reprochan que arremeta contra un rival fallecido. “Es una postura humillante que solo dividirá a la sociedad checa. Si Klaus ataca a Havel, que no se puede defender, eso demuestra más bien algo sobre su propio carácter”, indicó el sociólogo Slavomil Hubálek en el periódico Mladá Fronta Dnes.