El Foro Cívico, partido símbolo de la transición a la democracia, se disolvió hace 25 años
El Foro Cívico, la heterogénea agrupación política que triunfó en las primeras elecciones democráticas de Checoslovaquia tras la Revolución de Terciopelo, se disolvió el 23 de febrero de 1991. En su seno convivían tendencias políticas demasiado divergentes. Una de las formaciones escindidas, el Partido Cívico Democrático (ODS) gobernaría el país en varias ocasiones.
Una vez estabilizado el nuevo régimen, las diferencias internas en el seno del partido llevaron a una natural desintegración. En el Foro Cívico convivían hasta 14 agrupaciones, desde la izquierda radical y el comunismo reformista hasta el conservadurismo.
Pronto se consagraron dos corrientes de opinión: la centrista, liderada por Jiří Dienstbier, y la conservadora, con Václav Klaus al frente. Finalmente el 23 de febrero de 1991 un último congreso puso fin a esta alianza política. Así valoró la disolución la diputada Milada Mašatová.
Más optimista se mostró Václav Klaus, quien más tarde sería primer ministro y presidente del país, y que a la sazón lideraba el Foro Cívico.
“Es un divorcio razonable, de esos en los que la pareja acuerda amistosamente cuándo van a visitar a los hijos y esas cosas”.
La popularidad lograda le garantizaría una victoria arrolladora en las primeras elecciones de la renovada democracia checoslovaca, las del Consejo Nacional Checo, celebradas en junio de 1990. El Foro Cívico obtuvo el 49,5% de los votos, mientras que el Partido Comunista consiguió el 13,2%.
La otra gran formación que rivalizaría con el Partido Cívico Democrático, el Partido Socialdemócrata, aunque surgió en gran parte como renovación del partido original anterior al régimen comunista, también tuvo su germen en el Foro Cívico. De hecho, su presidente desde 1993, Miloš Zeman, había sido diputado con esta formación.
