El Tribunal Constitucional juzgará al presidente por alta traición
El Senado checo denunció al presidente de la República, Václav Klaus, por alta traición. El mandatario saliente será juzgado ante el Tribunal Constitucional por la amplia amnistía presidencial y por obstaculizar la ratificación de algunos acuerdos internacionales, entre otros.
Los legisladores le acusan de varios delitos anticonstitucionales. La denuncia condena, sobre todo, la amnistía presidencial del pasado 1 de enero, que dejó en libertad a unos siete mil reclusos y paralizó el procesamiento de numerosos casos de corrupción que causaron al Estado enormes daños financieros. Los legisladores, además, acusan al presidente de no ratificar algunos acuerdos internacionales aprobados por el Parlamento checo y de obstaculizar el nombramiento de jueces constitucionales.
La Cámara Alta del Parlamento cumple así su deber de proteger la Constitución de la República, subrayó el senador Jiří Dientsbier.“Estoy convencido de que el Senado no pudo permanecer callado al considerar que en cinco casos, mencionados en el recurso, el presidente violó en repetidas ocasiones la Constitución de la República”, indicó.
El presidente saliente, cuyo período de funciones expirará este jueves, rechazó comentar la postura del Senado. Sin embargo, el jefe del Departamento Político de la Oficina Presidencial, Ladislav Jakl, expresó que la denuncia no es más que un ajuste de cuentas.
“Uno de los motivos principales de la denuncia es la pretensión de vengarse al presidente por sus opiniones. Era de esperar que surgiera una demanda similar. Es obvio que los iniciadores habrían encontrado cualquier pretexto para presentarla”, señaló Jakl.
Según las leyes, el Tribunal Constitucional debe dar prioridad al caso y comenzar a deliberar de inmediato sobre la demanda contra el presidente. Su veredicto se espera a fines de marzo, es decir cuando la silla presidencial esté ocupada por Miloš Zeman, que reemplazará a Klaus el 8 de marzo.En caso de ser condenado, Klaus perdería la posibilidad de volver a presentar su candidatura a la presidencia en el futuro y de cobrar la renta presidencial mensual de unos 2.000 euros. Además perdería el derecho de recibir cada mes otros 2.000 euros destinados al alquiler de una oficina y el sueldo de su asistente. Y por fin, no podría contar con un guardaespaldas ni con automóvil oficial y chófer garantizados por el Estado.
Por su parte, si es declarado culpable, Klaus puede pedir la reapertura del caso, siempre que considere que el veredicto fue influido por terceras personas o presente nuevas evidencias.