Archivos de la Policía Política comunista desatan polémica en la sociedad checa
La destitución de Daniel Herman del cargo de director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios (ÚSTR), este miércoles, ha levantado una ola de malestar tanto en el oficialismo como en un importante sector de la opinión pública. El primer ministro, Petr Nečas, responsabiliza a la izquierda de lo ocurrido puesto que, según estima, desea destruir una institución incómoda para ellos.
Dispone de millones de documentos sobre las actividades de la antigua Policía Política comunista (StB) lo que, según algunos analistas, puede resultar incómodo para ciertos políticos.
El primer ministro, Petr Nečas, y Marek Benda, jefe de la bancada parlamentaria del oficialista Partido Cívico Democrático (ODS), aseguran que la destitución de Daniel Herman responde a intereses de la izquierda. El propio Herman dijo en rueda de prensa que la inestabilidad desatada atenta contra el Estado.
“Aquí no está en juego un director o una institución, lo que peligra es la orientación futura del Estado. Se lucha por quién tendrá las llaves de los archivos del aparato de seguridad. Una de las tareas del Instituto es recuperar la memoria histórica de la nación, por lo que estoy convencido de que nuestra sociedad impedirá toda obstrucción que afecte el proceso iniciado”, acotó Herman.
Entre las supuestas razones que llevaron a la destitución de Herman se menciona una especie de pacto secreto entre la socialdemocracia y los comunistas, ya que a estos últimos no les interesa que se escarbe demasiado en lo ocurrido durante las más de cuatro décadas de la dictadura del proletariado en Checoslovaquia.
Se estima que con la destitución de Herman y la desestabilización del Instituto, la Socialdemocracia salda deudas con los comunistas que les ayudan a gobernar a nivel regional.
La Socialdemocracia, que domina actualmente el Senado, se perfila como favorita para las elecciones generales de 2014 y no puede despreciar el respaldo solapado de los comunistas.
La destitución de Herman ha provocado malestar en la propia institución, a tal punto que dos destacados miembros del Consejo Científico del ente, el profesor Michal Kraus y el cardenal Miloslav Vlk renunciaron a sus cargos.
Empleados del Instituto y público en general han organizado actividades para apoyar a Herman, al tiempo que el oficialista Partido Cívico Democrático (ODS) desea que el Senado analice lo ocurrido.
La elección del director del Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios es competencia absoluta de la Cámara Alta, actualmente en manos del opositor Partido Socialdemócrata.