Los servicios sanitarios de urgencia en crisis por falta de médicos

Foto: Filip Jandourek

Los servicios de atención médica urgente regionales de la República Checa se encuentran con una grave falta de médicos que pone en peligro su funcionamiento. La situación empeorará el año que viene cuando acabe la disposición que permite a los médicos de urgencia hacer turnos prolongados.

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Si en la República Checa sufre un accidente de tráfico grave, puede dar por descontado que el médico del equipo de urgencia que venga a rescatarlo llevará tras de sí muchas más horas de trabajo de lo establecido por la ley. Se trata de una medida extrema, que pone en peligro la calidad de la atención médica de emergencia, pero de momento la única solución posible.

El sistema sanitario checo se encuentra sin especialistas para los servicios de atención médica urgente, sobre todo en los hospitales provinciales. En la región de Hradec Králové, por ejemplo, solo la mitad de las plazas están cubiertas, y en Liberec son necesarios hasta 22 médicos más.

La situación se encuentra resuelta de momento con una excepción normativa que permite a los médicos de estos servicios trabajar más de las 8 horas extra semanales establecidas por ley y llegar, en casi todos los casos, a las 20 horas extra por semana.

Sin embargo, en 2014 esta prerrogativa llegará a su fin, lo que está creando incertidumbre en el sector, como comenta el director de los servicios de atención médica urgente de Liberec, Stanislav Mackovík.

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“Esta excepción ha funcionado varios años y se ha dejado que llegara al límite. Ahora solo quedan siete meses y entonces terminará de pronto. En ese momento no sé si empezarán a venir inspectores de trabajo y comenzarán a poner multas a los servicios de urgencia o a cerrar centros de ambulancias”.

En la región de Hradec Králové intentarán suplir la falta de profesionales enviando en las ambulancias a médicos que estén de guardia en el hospital. Esta por ver sin embargo si éstos estarán dispuestos a encargarse de una labor estresante para la que no se sienten preparados.

Precisamente el problema de fondo es el poco interés que tienen los médicos en servir en las unidades de emergencia. El sueldo es mayor pero el trabajo exige una gran responsabilidad y pone a los profesionales sanitarios en situaciones límite, en las que hay que tomar decisiones rápidas para salvar la vida al paciente. Además, la medicina urgente no se estudia en Chequia como especialidad sino como una disciplina suplementaria, lo que redunda en la carencia de profesionales.