Más de mil niños guineanos cuentan con padrinos checos
Unos 1.300 niños guineanos cuentan ya con padrinos checos que pagan su educación y su asistencia sanitaria gracias al trabajo de la ONG Pro-Contact, que desde 2004 se dedica a la ayuda al desarrollo de este país africano.
La contribución anual es de aproximadamente 240 euros, un dinero destinado principalmente a mejorar la calidad de vida de los apadrinados y garantizarles un mejor futuro, como describe uno de los coordinadores, Tomáš Pivoda.
“Gracias a esta cantidad el niño puede ir todo el año a la escuela y tiene también cubierta la asistencia sanitaria. Si están enfermos pueden ir al médico y está todo pagado. Cada medio año una persona de la organización viaja a Guinea para controlar que las dotaciones funcionan correctamente, que los niños van a la escuela y que están estudiando. También hace fotos a los niños, que después ponemos en nuestra página web, para que los padrinos puedan ver cada seis meses como el chico va creciendo”.La educación básica es de pago en Guinea, lo que explica que solo el 36% de los adultos sepa leer y escribir. El país es uno de los menos desarrollados del mundo y casi la mitad de la población se encuentra bajo el umbral de la pobreza. Además del apadrinamiento, Pro-Contact organiza también la donación de libros y manuales en francés, y de hecho su proyecto estrella es la fundación y mantenimiento de la biblioteca Jára Cimrman, que ejerce de base de la ONG en Conakry, la capital. El nombre de la institución proviene del conocido personaje de ficción checo popularizado por los actores Jan Svěrak y Ladislav Smoljak. Precisamente este último, fallecido en 2010, fue un importante colaborador de Pro-Contact, como explica Pivoda.
“El tema viene de hace años, cuando nuestro coordinador en Guinea Benjamin visitó la República Checa. Ladislav Smoljak fue en vida un gran admirador de nuestra asociación. Envió muchas cosas a Guinea, como libros y ordenadores, por ejemplo. Smoljak tuvo mucho interés por conocer a Benjamin, se llevaron muy bien, y el mismo Benjamin considera a Smoljak una especie de padre adoptivo. Ladislav Smoljak nos ha apoyado mucho, y en su honor decidimos llamar a la biblioteca Jára Cimrman”.Aunque estos años de ayuda al desarrollo han servido para dar a conocer a la República Checa en Conakry, el país no era un absoluto desconocido para los guineanos. La colaboración internacional y el contacto humano se remonta a los tiempos del comunismo, como comenta Pivoda.
“Los checos tienen un buen nombre entre los habitantes de Conakry, o de Guinea en general, ya que en los años 70 y 80 Checoslovaquia colaboró bastante con Guinea y muchos guineanos iban a Chequia a estudiar. Me he encontrado con mucha gente así. Por ejemplo, un día fui a visitar un edificio en construcción y el jefe de obras había estudiado en Ostrava. Estaba muy contento de que yo fuera de la República Checa y decía que le gustaba mucho mi país”.Pro-Contact cuenta con una plantilla en Chequia de 8 personas y un equipo local en Guinea de cuatro colaboradores nativos. Actualmente se halla desarrollando un nuevo proyecto de ayuda a las mujeres guineanas.