Policía checa desmantela banda dedicada al fraude fiscal petrolero
La policía checa, el grupo de trabajo especial para el descubrimiento de delitos financieros, la policía de aduanas y expertos del Ministerio de Finanzas han desarticulado una sofisticada banda internacional que vendía combustible sin pagar impuestos, provocando la pérdida de miles de millones de coronas al estado checo.
El fraude fiscal se extendió por Alemania, Eslovenia, Austria y Eslovaquia donde más de 70 compañías fueron usadas para vender el fuel. Después de la transacción, las empresas desaparecían sin pagar los miles de millones de impuestos al valor agregado que le debían al estado. Parte del combustible clandestino también fue vendido en gasolineras legales.
Las identidades de los detenidos, 13 de los cuales continúan bajo custodia policial, no han sido reveladas. La policía solo ha confirmado que 14 de ellos poseen nacionalidad checa y otro es un extranjero con pasaporte checo. Según la policía, las investigaciones todavía no han concluido, especialmente en Austria. A pesar de que la semana pasada fueron registradas 25 viviendas y locales comerciales parece que el dinero en efectivo, los documentos y parte del combustible destinado a una futura venta ya están lejos.
Los informes policiales de la semana pasada mencionan a Shahram Abdullah Zadeh, de nacionalidad checa-iraní, como el cabecilla del grupo. El líder fue detenido en la suite presidencial del Hotel Hilton de Praga. De acuerdo con algunos periódicos iraníes, Zadeh abandonó Dubai tras ser descubiertos sus acuerdos petroleros con la Guardia Revolucionaria iraní.
El hecho de que el combustible sea el objeto de fraude fiscal no es ninguna sorpresa. Especialmente para la empresa PKN Orlen, la mayor inversora de la refinería más importante de la República Checa, Česká Rafinérská. La compañía con sede polaca se ha quejado en varias ocasiones del gran mercado local de combustible ilegal. Asimismo, los gerentes de la empresa amenazaron con no invertir en el país debido a la existencia de competencia solapada. A pesar de esta amenaza, PKN Orlen acabó invirtiendo en la compañía checa para evitar que no cayese en manos de otros.
El anterior gobierno checo de centro-derecha intentó hacer frente a las ventas ilegales de combustible a través de la introducción de garantías a minoristas. La decisión fue tomada después de observar que numerosas empresas petroleras pequeñas tenían una existencia transitoria y después desaparecían sin que los impuestos fuesen percibidos por el estado.
Por su parte, la policía checa solicita la simplificación en el acceso a los datos bancarios, lo que sería muy útil en este tipo de investigaciones. Efectivamente, el ministro de Finanzas, Andrej Babiš, está interesado en regular esta petición, sin embargo, bancos y organizaciones cívicas se oponen a la medida.