La demanda de residencias de ancianos desborda la capacidad del Estado

Foto ilustrativa: Filip Jandourek

El Gobierno checo se ve desbordado por la cantidad de ancianos que es preciso atender en los centros geriátricos públicos. La demanda es en ocasiones dos o tres veces mayor a las plazas ofrecidas. Desde el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales se advierte que serían necesarios 110 millones de euros más, y de momento planea transferir esta competencia a las regiones.

Foto ilustrativa: Filip Jandourek
En la República Checa vive 1,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 15% de su población. De ellos casi 350.000 no pueden valerse del todo por sí mismos y necesitan asistencia. Sin embargo las plazas ofrecidas por las residencias de ancianos públicas, y por tanto a un precio módico, son alrededor de 39.000. A estas hay que sumar la capacidad para ancianos que necesitan atención especial, los enfermos de alzhéimer, por ejemplo, que asciende a las 12.500 plazas.

Los números hablan por sí solos: el servicio público para la atención de ancianos en la República Checa no consigue abarcar las necesidades de la población, y las listas de espera duplican y hasta triplican las plazas ofrecidas por cada centro. En muchas ocasiones es necesario solicitar el ingreso con antelación, y esperar una cantidad indeterminada de tiempo si se desea un tipo de habitación específico. De acuerdo con Iva Holmerová, directora de uno de estos centros geriátricos, se trata de un problema financiero que viene de largo.

“Este sector se halla financiado por debajo de sus necesidades desde hace ya mucho tiempo, y resulta muy difícil aplicar medidas que lleven a una mejora de la calidad. Lo que nos hace mucha falta es tener la capacidad de ofrecer servicios a domicilio, tanto sanitarios como sociales, que respeten las necesidades de las familias y les permitan descansar del cuidado de sus mayores”, opinó.

Iva Holmerová | Foto: Lucie Výborná,  Český rozhlas
De hecho la gran demanda de estas residencias se debe según Holmerová a que no hay muchas más posibilidades de delegar el cuidado de los ancianos, ya que los llamados servicios sobre el terreno y cuidados paliativos se ofrecen de forma muy escasa en la República Checa. Apostar por este modo de resolver el problema supondría además una forma de conciliar la asistencia pública y la convivencia de los ancianos con sus familias.

En el presupuesto de este año se cuenta con más de 250 millones de euros para servicios sociales, una cantidad insuficiente según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que asegura necesitar 110 millones más. Ante la falta de fondos el Ministerio planea transferir la responsabilidad de estos centros a los gobiernos regionales, que además tienen una mejor perspectiva de las necesidades locales.

Autor: Carlos Ferrer
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