Mnislav Zelený “Los latinos viven del presente, nosotros vivimos del futuro”
Los recuerdos y experiencias de los 45 años de viajes por Latinoamérica del antropólogo checo Mnislav Zelený Atapana han quedado registrados en el libro ‘En camino hacia un sueño. Los viajes por América Latina‘ (‘Na cestě za snem. Vandry Latinskou Amerikou’). Las memorias se presentan este martes en el Instituto Cervantes de Praga.
Posteriormente, Zelený completó sus estudios de posgrado en Perú y se convirtió en uno de los principales estudiosos y divulgadores de las culturas indígenas de la Amazonia, conviviendo con tribus aisladas en Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador. Pero su trabajo etnográfico es tan solo una parte. A lo largo de sus 45 años de experiencias en América Latina, Zelený ha acumulado una gran cantidad de vivencias extraordinariamente variadas, que recogió detalladamente en sus diarios.
Ahora ha llegado el momento de hacer públicas sus memorias. Con el título de ‘‘En camino hacia un sueño. Los viajes por América Latina’, Zelený saca a la luz impresiones y observaciones detalladas realizadas con el ojo de un científico, no es por tanto un libro de viajes al uso, como explica.
“Cuando me voy a América Latina yo quiero vivir allá, no hacer unos paseos. Yo soy antropólogo cultural y siempre estoy buscando resultados de mis viajes sobre las culturas latinoamericanas, tanto las actuales como las precolombinas, indígenas, criollas, negras, todas las culturas que hay en América Latina”.
Por tanto el lector hallará todo un abanico de temas y aproximaciones, una muestra de América Latina en toda su magnitud, afirma el antropólogo.
“Podemos encontrar la arquitectura colonial, los ritos de los negros en El Salvador, podemos encontrar por ejemplo mis encuentros con la princesa Cristina de Orléans y Bragança en Petrópolis, encuentros con Jorge Amado en Bahía. Un poco de todo, porque América Latina tiene tanto. Es un caleidoscopio, es como una presentación breve de América Latina”.
Una pieza importante de este rico mosaico es curiosamente su trabajo como embajador checo en 1996 y 2001 en Colombia y Ecuador, una función a la que entró con escepticismo pero que acabó ofreciéndole nuevas perspectivas.
“En los primeros días no me gustó tanto, porque yo no soy una persona muy sociable. Pero al final me di cuenta de que sí, de que tiene su importancia también y que vale la pena. A través de la diplomacia he conocido mucha gente, no solo diplomáticos, sino de muchos países. Entonces pude comparar por ejemplo al embajador peruano con el de España, y sus diferencias minuciosas. Me gustó mucho observar”.En general, y si tiene que trazar una línea entre Latinoamérica y Europa, Zelený destaca la mentalidad de la gente, que es precisamente lo que le atrajo desde el principio.
“Es un continente joven, pujante, también con bastantes problemas políticos, pero más que todo la gente es amable. Más amable y abierta que aquí en Europa. Aquí cada uno es bastante cerrado, cada uno tiene sus problemitas, no tiene tiempo para pasar con los amigos, para hacer visitas. Porque se preocupa mucho de su bienestar, de su futuro. Los latinos no se preocupan tanto por su futuro, y nosotros nos reímos de eso, decimos que no es serio. Pero ellos aprovechan cada minuto para vivir. Ellos viven del presente, nosotros vivimos del futuro”.
Aunque sus estancias con comunidades indígenas no aparecen tanto en las memorias y quedarán para un próximo trabajo, Zelený es principalmente conocido por su labor etnográfica, que comprende obras clave como ‘El Espíritu con un Pene Florido. Mitos de los Indígenas de las Amazonas’, ‘Enciclopedia de los Indígenas de las Tres Américas’ o ‘De la Selva Brasileña’. De hecho su segundo apellido, Atapana, le fue concedido por la tribu de los Yawalipiti, de la que ahora es miembro, y sigue trabajando activamente para proteger a los indígenas y su entorno a través de su fundación Gran Amazonia.
En su opinión, aunque actualmente muchos países latinoamericanos recogen legalmente la necesidad de proteger las culturas indígenas, y ha habido un avance, la supervivencia de estas comunidades sigue pendiente de un hilo.
“Lógicamente cada país quiere convertirlos en sus habitantes, o sea, que se conviertan en venezolanos, peruanos, canadienses, estadounidenses. Eso no me gusta tanto, lógicamente, porque se pierde la identidad. También depende de cómo sea su estructura social, si esta es fuerte pueden sobrevivir más. La influencia de los blancos es muy fuerte, todo lo que producimos les llama la atención: la televisión, los celulares… Todo eso influye muchísimo. Todo progreso es malo para ellos, porque no necesitan progreso, lo que necesitan es vivir como antes. Nosotros siempre pensamos que el progreso es bueno, pero no es bueno para ellos. Tampoco es bueno para nosotros, pero eso lo vamos a ver en doscientos o trescientos años”.‘En camino hacia un sueño. Los viajes por América Latina‘, publicado por la editorial Lidové Noviny, se presenta este martes en el Instituto Cervantes de Praga con el patrocinio de las embajadas de Perú, México y Brasil.