Los checos no dejan de trabajar ni en vacaciones
Los checos disfrutan de vacaciones cada vez más cortas y muchos no desconectan del trabajo ni durante ellas. Esta actitud les expone al riesgo de padecer graves problemas de salud.
Según el portal jobs.cz, la mayoría de los checos tiende a disfrutar de aproximadamente quince días libres de corrido y solamente el 13% se toma las vacaciones de más de tres semanas. Únicamente una tercera parte de los checos aprovecha todos los días libres que les corresponden anualmente.
Para regenerarse, y así prevenir problemas de salud, el organismo necesita un descanso más largo, según afirma el médico jefe de Clínica de la Medicina Laboral y para Viajeros del Hospital de Vinohrady en Praga, Evžen Hrnčíř.
“Es mejor tomarse más días libres de corrido y no repartirlos a lo largo del año. El que por cualquier motivo ignore las vacaciones y no descanse, puede llegar a sufrir serios problemas de salud”.Este riesgo se incrementa aún más en oficios físicamente más exigentes, al igual que en cargos que suponen mayor estrés, prosigue Hrnčíř.
“Se trata de puestos como minero, metalurgista, químico y en fin, de todos los oficios de alta carga física. Lo mismo deberían tener en cuenta personas en funciones exigentes mentalmente como directores y gerentes”. De acuerdo con los sondeos realizados por el portal jobs.cz, las dos terceras partes de los checos no dejan atrás sus obligaciones laborales ni durante las vacaciones. Estar pendientes de los móviles de empresa y revisar los correos electrónicos se convierte en una actividad vacacional cada vez más común. Según el psicólogo Zdeněk Bašný, este fenómeno se debe a la costumbre de no desconectar.
“La falta de costumbre de disponer de tiempo libre puede provocar en algunos ansiedad y tensión, por lo cual no dejan de pensar en el trabajo incluso en vacaciones”, indica.La falta de descanso puede causar estrés crónico, una enfermedad que lleva a los consultorios médicos a cada vez más personas. Según Bašný, el problema consiste en que los empleadores pretenden sacar el máximo provecho de los empleados, y al verlos
agotados y desgastados, los reemplazan por otros. Así lo percibe la mayoría de los trabajadores y este es el motivo por el cual temen tomarse más días libres.
El agotamiento provocado por la ausencia de vacaciones puede llegar a acabar hasta con un colapso. Por tanto los médicos recomiendan aprender a fijarse en las señales de alarma transmitidas por el cuerpo. En caso de detectar insomnio, nerviosismo y bajo rendimiento es mejor frenar el ritmo o buscar directamente ayuda médica.