La avioneta Turbolet checa, un gran amigo en condiciones extremas
El legendario avión de pequeño tamaño L-410 Turbolet, de fabricación checa, cumplió 45 años de existencia. El primer vuelo oficial de esta avioneta, fabricada en la localidad morava de Kunovice se realizó el 16 de abril de 1969. Pasados los años, Turbolet no pierde su atractivo para los aviadores y es uno de los productos checos que más tiempo se vende.
El avión de pequeño tamaño fabricado en la localidad morava de Kunovice, en la comarca de Uherské Hradiště, fue calificado como la aeronave más apta para aterrizar en el aeropuerto Tenzing-Hillary de Lukla, en el este de Nepal, que es considerado la más peligrosa terminal aérea civil del mundo.
El aeropuerto se encuentra a una altura de 2.860 metros sobre el nivel del mar, la longitud de su pista es de sólo 450 metros y al final hay un gran precipicio y del otro lado unas grandes rocas que forman un muro natural. Pero debido a la popularidad de esta terminal aérea, que representa la principal entrada para los montañistas que quieren ascender al Everest, hay allí vuelos diarios.
La mayor parte de estos vuelos los cubrirán precisamente las L-410 Turbolet checas, en vista del gran aguante de este modelo a los cambios climáticos y a las condiciones de despegue, según sostiene Karel Minařík, director técnico de la compañía Aircraft Industries, fabricante de esas avionetas.“Lo típico de las avionetas Turbolet checas es que suelen partir de un aeropuerto relativamente grande y luego se dirigen a zonas apartadas donde aterrizan mayormente en una superficie formada de tierra apisonada. Además, los pilotos no pueden contar con mayor información en ese lugar de aterrizaje, así que bajan a tierra guiándose mayormente por su propia vista. Creo que justamente las cualidades de esta avioneta, su seguridad, las pocas exigencias para su mantenimiento y los largos años que verificaron todo esto, son el motivo por el que la producción logró mantenerse y el avión se sigue vendiendo”.
La avioneta Turbolet tiene excelentes cualidades técnicas
El director técnico de la compañía sostuvo que resulta increíble la facilidad y elegancia con la que las Turbolet superan las dificultades y valoró las altas cualidades técnicas de la avioneta. Karel Minařík apreció en este contexto el bajo precio de la aeronave en comparación con sus rivales extranjeros y elogió la invención de los constructores de avionetas checos.
”Nuestros técnicos inventaron y elaboraron un excelente proyecto del avión, desde cualquier punto de vista. Se decidieron por unas alas relativamente robustas con muy buen perfil aerodinámico y muy buenas cualidades de controlabilidad en vuelo. Las cualidades mecánicas del avión fueron confirmadas durante un sinnúmero de vuelos en condiciones extremas. Las Turbolet nunca fallaron. Podemos decir entonces que se trata de un verdadero diamante entre las avionetas, ya que es un todoterreno”.Lo que más aprecia el propio constructor jefe de las primeras avionetas Turbolet, Miroslav Pešák, quien sigue desarrollándolas hasta el presente, son las cualidades y forma del tren de aterrizaje de estas aeronaves. Pešák confirma que, gracias a ello, con excepción de un pantano, las avionetas L-410 pueden aterrizar en cualquier lugar y superar toda dificultad que pueda surgir.
”Gracias al excelente tren de estas avionetas que hemos logrado construir, las L-410 pueden aterrizar en una superficie herbosa, en tierra apisonada, arena, piedras pequeñas, grava y en cualquier otro terreno”.
Las avionetas L-410 Turbolet son aprovechadas en misiones de la ONU
Las L-410 Turbolet fueron aprovechadas por ejemplo durante misiones humanitarias promovidas por la Organización de las Naciones Unidas. Fue así hace algún tiempo en Guinea y en 2010 también en Sudán. No las afecta el intenso calor en África, ni tampoco el enorme frío en Siberia. Como sostuvo su constructor jefe, pueden aterrizar en una pequeña pista en las estepas, las pampas o en la jungla en países en vías de desarrollo.Las avionetas checas Turbolet pueden llevar a bordo un máximo de 19 pasajeros. La tarea actual que se ha planteado Miroslav Pešák, es modernizar la trompa, o sea la parte delantera de la aeronave para que haya todavía mayor espacio para el equipaje. Actualmente las L-410 son utilizadas en más de 50 países de cinco continentes. Fueron exportadas a Australia, Rusia, Brasil, México y Filipinas, entre otros lugares.
La fabricación y desarrollo de las Turbolet continúan avanzando
Gracias a la amplia demanda que en los mercados de varias partes del mundo se registra por esta avioneta y a las ganancias por su venta, la fabricación y desarrollo de las Turbolet puede ir avanzando, afirma Ivona Plšková, directora general de Aircraft Industries.
”Las ganancias de nuestra compañía en 2013, por ejemplo, fueron de casi 75 millones de euros, lo que fue un resultado excelente y totalmente inesperado, que no habíamos logrado durante años. Durante ese mismo año logramos fabricar 13 avionetas, lo que considero un gran éxito, tomando en cuenta que el colectivo de nuestra empresa consta de 930 trabajadores, así que su rendimiento fue realmente máximo”.Desde 1969 cuando despegó la primera avioneta Turbolet hasta el presente se han vendido más de 1.100 de estos aviones de pequeño tamaño, de los que 350 continúan en servicio, la mayoría en Rusia. A pesar de todos los éxitos, el fabricante de avionetas checo estuvo dos veces al borde de la bancarrota en los últimos dos decenios. Por suerte, la compañía logró recuperarse gracias a la entrada de un nuevo inversionista y, no sólo eso.
Se prepara un nuevo modelo de las L-410 Turbolet
En una fase de pruebas de verificación de propiedades mecánicas y físicas se encuentra actualmente un nuevo modelo de las L-410 Turbolet. Éste cuenta ya con aparatos digitales y motores de mayor potencia. Además de poder alcanzar una mayor distancia, es capaz igualmente de llevar una mayor carga. El director técnico de la compañía productora, Karel Minařík, explica más detalles.
”Aquí tenemos un prototipo de ese nuevo modelo de la avioneta que está en pruebas. Junto a los aparatos pueden estar sentados dos especialistas que verifican todas las cualidades del avión y pueden registrar igualmente los eventuales fallos. Los cables, claro, están todos al alcance ahora para que los técnicos los tengan todos a mano, pero al terminar las pruebas, los cables ya no colgarán por todas partes, naturalmente. Aquí hay una pequeña central técnica que recoge todos los datos de las pruebas y en base a éstos los especialistas escriben unos informes de certificados que deciden sobre el futuro de las nuevas avionetas”.Por los nuevos modelos de la L-410 Turbolet manifestaron interés Rusia, Guyana, Nueva Caledonia, así como algunos países de América Latina. Los usuarios podrían obtener el nuevo modelo del Turbolet checo a finales de 2015. La compañía Aircraft Industries confía que a partir de 2016 podría llegar a ofrecer en los mercados unas 30 avionetas al año.