¡Habla y Opina! El primer libro de conversación en español para los checos
Practicar la conversación oral en español puede ser ahora más fácil para los estudiantes checos. El libro de texto ¡Habla y Opina!, único en su clase, ha sido realizado por dos profesores de español, residentes en la República Checa. Radio Praga habló con uno de sus autores, Santiago Fariña, sobre las claves del manual.
Crear una base sólida para llevar efectivamente a cabo las clases de español, centradas en la comunicación oral, es el objetivo de los autores del libro ¡Habla y Opina!, publicado recientemente por la editorial Albatros. La carencia de una materia adecuada a la hora de enseñar fue el mayor motivo, que impulsó a sus autores a crear su propio manual, según indica uno de ellos, Santiago Fariña.
“Nos dimos cuenta de que en el mercado checo y, en general, en el mercado de los libros de español, había pocas opciones para la gente interesada en practicar o ejercitar la conversación, entendida como pura comunicación más allá de la reflexión sobre la gramática. Entonces, en mis clases y en las de la gente con la que trabajamos, nos dimos cuenta de que sería bueno tener material para las clases de conversación, porque estas clases tienen el problema de que dependen mucho de la preparación de profesor”.El manual destaca sobre otros de su clase por enfocarse totalmente en la expresión oral y la adquisición de vocabulario, y dejar completamente de lado la gramática. Además de ofrecer diversas actividades orales, ¡Habla y Opina! se marca como objetivo generar discusiones, y así desarrollar las competencias comunicativas en español a través de una amplia gama de temas, que abarcan todo tipo de cuestiones actuales.
“Los temas están pensados para que en cada uno se puedan pensar al menos dos posturas diferentes. Hay cuestiones algunas más provocativas como drogas o la homosexualidad y después hay temas más típicos de las clases de conversación de otros idiomas como puede ser la vida en el campo versus la vida en la ciudad o bioética. Son temas que esperamos que resulten interesantes”.
Como punto de partida para poder argumentar y adoptar posturas en las discusiones, el libro aporta información y datos necesarios sobre los respectivos temas. Por supuesto introduce también datos culturales de los países hispanohablantes.
Una exposición de temas no tradicional
Sin embargo, los textos expositivos nos son largos y exhaustivos. La idea de los autores es introducir la información de manera conscisa y atractiva, afirma Santiago.
“La información está en función de la discusión y para eso ni siquiera es necesario leer un texto. O se usan textos muy cortos, de apenas unas cincuenta o sesenta palabras. La idea es que fuera algo atractivo, con infografías y con cosas que den para hablar pero para que toda la información esté presentada de la manera más simple posible y sin textos. Es mucho mejor porque buscamos que la gente hable y no que comprenda un texto escrito”.
Cada una de las veinte unidades se compone de cuatro secciones fundamentales, que introducen todo tipo de actividades, audiciones y ejercicios escritos para llenar tres sesiones una clase de 90 minutos.“En la primera sección se hace un poco más de énfasis en la introducción del tema y de cierto vocabulario básico relativo a estas cuestiones. En la segunda parte hay menos información de entrada pero sí más actividades para intercambio oral. En una primera clase se introduce el tema, se muestra qué es lo que se va a discutir y se puede discutir sobre alguna postura concreta. La tercera sección es un texto y allí sí se va buscando satisfacer un poco la demanda más tradicional. Hay gente que le gusta que una clase empiece con un texto. Un texto de unas tres cientas palabras, donde hay vocabulario específico relativo al tema”.
La última parte incluye ejercicios para practicar el vocabulario, visto en la unidad. Asimismo se introducen frases hechas y colocaciones frecuentemente utilizadas en el habla cotidiana de los nativos hispanohablantes. Según afirma Santiago, el libro es totalmente flexible, dando al profesor la mano libre para escoger el orden de las actividades y adaptarles a las capacidades, las necesidades o simplemente los estados de ánimo de sus alumnos.
En cuanto al vocabulario, cada unidad introduce entre 60 y 80 palabras relacionadas con el tema respectivo.
“Es un vocabulario relativo al tema, que nosotros hubiéramos querido usar como hablantes nativos para hablar de estas cuestiones”.
En cuanto a la introducción de nuevas palabras, Santiago destaca la importancia del papel de profesor.
“Lo que tiene que hacer es usar este material como inspiración para sus actividades y como un tema de descusión. Sin embargo, no puede faltar en el momento de trabajar el vocabulario. Él es el que va a distinguir a última distancia cuál es el vocabulario adecuado para los intereses de sus estudiantes. El vocabulario de la unidad es solo una propuesta”.
Un español lo más natural posible
Aunque el nivel de español recomendado para trabajar con este manual es B1, según el Marco Europeo de Referencia, los textos y audiciones generalmente no se basan en la mensura de los niveles, ya que fueron escritos como si fueran dirigidos a hablantes nativos a fin de ofrecer un español lo más natural posible.
“La intención es presentar un texto lo más real posible donde la gente pueda trabajar muchas veces sin tener que entenderlo todo, porque la dificultad está después en los ejercicios”.
Los autores estiman que las propuestas de actividades en el manual contribuyan de manera espontánea a la fluidez del habla de todos los interesados en aprender español.