Los checos dicen adiós al ‘café turco’
Los checos son cada vez más exigentes a la hora de beber café. A pesar de que el precio del grano sube a nivel mundial, las cafeterías están abarrotadas y aumenta el número de personas que compran máquinas profesionales para preparar un buen café en casa.
Tras la apertura de la sociedad en 1989 llegaron al país nuevos productos y también nuevas tendencias por ejemplo a la hora de beber café. El estilo italiano pronto se apoderó de las cafeterías checas que empezaron a ofrecer espresso, macchiato, latte, piccolo, etc. El café soluble o instantáneo también tuvo un papel estelar, sobre todo en las oficinas, por lo práctico que resulta.
Hoy los checos quieren calidad, según indica el experto Petr Zelík, de una de las mayores empresas que venden café al por mayor en Chequia.
“Anualmente vendemos 35 toneladas del mejor café que se encuentra en el mercado. Nuestras ventas aumentaron en septiembre en un 40% en comparación con el mismo periodo del año pasado”.
Un aumento importante registró también la venta de máquinas para preparar café de manera profesional o semiprofesional, según indica Veronika Havelková, dueña de un salón de belleza.
“Nuestra clientela es exigente. Además de un buen corte de pelo, quieren café de calidad, así que decidimos comprar una máquina semiprofesional para preparar varios tipos de café”.El café es la bebida más consumida en los países desarrollados, principalmente en Europa y Estados Unidos. Por término medio, a nivel mundial se estima que una persona consume 1,3 kilogramos de café.
Si bien los checos no se sitúan, al menos por el momento entre los mayores consumidores de café, con un promedio anual per cápita de tres kilogramos, los vendedores saludan su preferencia por la calidad.
A nivel europeo los finlandeses siguen ocupando el primer lugar con 12 kilogramos por persona al año, seguidos por los noruegos con casi 10 kilos y los suecos con 8,4 kilogramos en tercer lugar.