Madonas y reliquias de Cristo se exponen en el Castillo de Praga
‘La Madre y el Hijo’. Así se llama una nueva exposición situada en el Castillo de Praga que reúne varios cuadros y estatuas de madonas góticas, así como las impresiones del rostro de Cristo y otras reliquias del Hijo de Dios.
El emperador Carlos IV adquirió una de las copias de dicho cuadro en 1368 y lo donó a la Catedral de San Vito de Praga, donde pronto surgieron dos imitaciones más de este lienzo.
Sin embargo, las madonas de Praga difieren de las de Roma. Sobre todo, por las gotas de sangre que caían en el rostro y la capa de la Virgen María.El culto de la sangre de Cristo arraigó profundamente en la Bohemia gótica del siglo XIV. Pero como el culto desapreció más tarde, la sangre fue borrada del cuadro.
“El borrado se debe supuestamente al cambio en cuanto a la percepción de las reliquias de los santos en esa época, así que las manchas de sangre desaparecieron del cuadro”, precisó Ivana Kyzourová, comisaria de la exposición.
La segunda parte de la exposición ofrece los ‘vera iconos’, o sea, imágenes de Cristo surgidas milagrosamente que no son obra de arte hechas por la mano del hombre.
La exposición del Castillo de Praga ofrece además otros artefactos relacionados con Cristo y Virgen María. Los visitantes podrán ver por ejemplo el busto de Santa Ana con el relicario con restos de la Virgen“Las reliquias están depositadas en el cuenco de cristal grande colocado en el pecho de Santa Ana y están envueltas en una tela menos antigua”, mencionó la comisaria.
La exhibición ‘La Madre y el Hijo’ permanecerá abierta hasta mediados de marzo de 2015.