La República Checa aumenta sus reservas de agua y alimentos para casos de emergencia

Foto ilustrativa: Barbora Kmentová

La República Checa se prepara para aumentar sus reservas para casos de emergencia, como son por ejemplo las inundaciones, los cortes de suministro eléctrico o el desabastecimiento de petróleo. Además de alimentos y agua potable, se almacenan para casos extremos depuradoras de agua y canalizaciones.

Foto ilustrativa: Jiřina Mužíková
Durante los últimos años la República Checa se ha tenido que enfrentar a situaciones de emergencia como inundaciones, desabastecimiento de gas natural ruso y malas cosechas. Un factor clave para superar con éxito estos imprevistos es disponer de las reservas suficientes de alimentos o materias primas.

En este sentido, y coincidiendo con el mayor gasto público que permite la salida de la crisis, el Gobierno checo invertirá en aumentar sus provisiones, confirma el portavoz de la Administración Pública de Reservas Materiales, Jakub Linka.

“Tenemos en los almacenes reservas de azúcar, mantequilla, cereales… Queremos incrementar su cantidad porque con lo que tenemos ahora la República Checa podría funcionar solo tres días. Vamos a abrir concursos públicos para que nos provean de mil toneladas de carne congelada, 180 toneladas de conservas cárnicas. También pediremos más legumbres, leche en polvo, lentejas, arroz, salami…”.

Foto ilustrativa: Kristýna Maková
Las reservas de cereales ya se utilizaron una vez en 2013 debido a las malas cosechas. Entonces el Gobierno se las suministró a los agricultores para que las utilizaran como forraje. Estos las devolvieron al año siguiente, cuando la cosecha tuvo mejores resultados.

La materia prima clave sigue siendo no obstante el petróleo, del que la República Checa dispone para aguantar 95 días, y por supuesto el agua. Además de contar con cientos de cisternas de agua potable, en el recinto de almacenamiento del Gobierno se encuentran también los enseres necesarios para el abastecimiento de agua a la población en caso de catástrofe, explica el jefe del almacén de Čachovice, Lukáš Sluka.

“Este es el pabellón donde están almacenadas las llamadas columnas secas. Son tuberías destinadas a la conducción de agua potable. Se pueden acoplar unas con otras, y si uniéramos todas las que están aquí, conseguiríamos una manguera de 33 kilómetros de longitud”.

El embalse de Štěchovice,  foto: Miloš Turek
Otro importante aparato del almacén es la depuradora de agua, que consigue filtrar recursos hídricos de casi cualquier fuente, sean arroyos, pozos o estanques, al ritmo de 5.000 litros por minuto. La última vez que se utilizó fue con las inundaciones de 2013, cuando las riadas contaminaron los acuíferos.

Por otro lado, las reservas y utensilios de los almacenes gubernamentales no tienen como objetivo únicamente el beneficio de la República Checa. El año pasado por ejemplo se prestaron equipos de bombeo y otros aparatos a Serbia para hacer frente a una serie de inundaciones.