Grecia debería quebrar, según el ministro checo de Finanzas
El ministro checo de Finanzas, Andrej Babiš, ha causado consternación entre sus socios de Gobierno al desear que Grecia entre en bancarrota. En su opinión, Grecia, que ha quebrado cuatro veces en los últimos 200 años, debería hacerlo por quinta vez para "hacer espacio".
El llamado Grexit, la salida de Grecia de la zona euro, vendría de la mano de esta bancarrota y es una posibilidad cada vez más plausible, sobre todo teniendo en cuenta las últimas palabras de los representantes alemanes, que consideran que nada asegura a Grecia otra ayuda millonaria para saldar sus deudas.
Grecia ha entrado en bancarrota cuatro veces en los últimos 200 años, recordó Andrej Babiš, y añadió que creía que era hora de una quinta vez para poder "hacer espacio".
El primer ministro checo, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka, ha rechazado rápidamente las palabras de su compañero de coalición, subrayando que una quiebra de las arcas del estado griegas significaría un importante daño para toda Europa. El 80% de las exportaciones checas van destinadas a países de la Eurozona, de modo que la estabilidad de la zona euro es de interés estratégico para la República Checa, insistió Sobotka. Si Grecia se colapsa, la economía checa se resentirá indirectamente.
Al mismo tiempo, el primer ministro checo señaló que el Grexit agravaría la crisis con los refugiados que intentan llegar a la Unión Europea desde el otro lado del Mediterráneo: con un estado griego disfuncional, la situación iría a peor.
Babiš no ha rectificado, sino que más bien ha reforzado sus argumentos. Si España y Portugal, gravemente afectados por la crisis, han podido hacer frente a sus compromisos, no hay razón para hacer una excepción con Atenas, declaró. También restó importancia a las posibles consecuencias para la República Checa de la bancarrota griega.