La República Checa recibirá un número limitado de inmigrantes
La República Checa recibirá a inmigrantes, pero en una cantidad muy inferior a la propuesta por la Comisión Europea. Esta información fue confirmada por el ministro del Interior, Milan Chovanec.
Praga ha insistido en que no cierra sus puertas, pero que recibirá a un número limitado de personas, tal como especificara el ministro del Interior, Milan Chovanec, a la Televisión Checa.
“La cifra será menor a la propuesta inicialmente como cuota obligatoria por Bruselas. Vamos a presentar al Gobierno nuestras posibilidades reales. Puedo adelantar que se tratará de centenares de personas este año y un número similar el próximo”.
De acuerdo con los cálculos de la Comisión Europea la cuota para Chequia sería de unas 1.800 personas. Número que Praga rechaza argumentando problemas de capacidad en sus establecimientos de acogida.
Para los inmigrantes, la República Checa se presenta como un país de tránsito, puesto que se dirigen a países que ofrecen mayores garantías sociales, indicó Chovanec.“Por el momento unas cuantas personas y dos familias pidieron asilo político en la República Checa. Nuestro país no figura como destino final para los inmigrantes de Afganistán, Siria, Paquistán y otros países. No somos tan atractivos como Alemania o Suecia”.
Para el ministro Chovanec el problema empezó hace varios años atrás y las dificultades aumentaron debido a que la política migratoria europea no se actualizó.
La situación de hoy afecta a todos los países europeos, y es por eso que nadie puede quedar de lado. Los Gobiernos deben tomar medidas para ayudar a frenar la tragedia humanitaria de nuestros días. Se trata de algo que incumbe a todos, subrayó el jefe de la cartera del Interior.
“Tenemos que reconocer que ya no somos una isla segura en el Centro de Europa. Nuestras fronteras se encuentran en Italia, Hungría y Grecia”.La Conferencia Episcopal Checa anunció que pondrá en marcha un programa para ayudar a los inmigrantes. Pidió que se tienda una mano amiga y solidaria a todos los cristianos que sufren persecución o cuya vida corre peligro en sus países.
Además de las expresiones de solidaridad, en la República Checa se han celebrado manifestaciones contra el reasentamiento de inmigrantes. El primer ministro, Bohuslav Sobotka, subrayó que es inadmisible utilizar la libertad de expresión y de reunión para difundir la intolerancia y el odio racial.