Los checos gastan en entretenimiento mucho más que antes
Los centros de diversión viven su época dorada en la República Checa. Su número se ha disparado recientemente respondiendo a la creciente demanda por parte de la gente sedienta de entretenimiento. En lo que va de año dichos establecimientos han duplicado sus ventas en comparación con el año 2014.
En cuanto al mayor número de visitantes, detrás del Castillo y el Zoológico de Praga, el lugar más concurrido el año pasado fue el parque acuático Aquapalace, con el tobogán más largo a nivel nacional, visitado por unas 800.000 personas.
La gente quiere aprender de forma divertida
Sin embargo, de gran popularidad gozan tanto los parques deportivos como los centros de divulgación, a los que la gente acude para adquirir conocimientos científicos, participar en concursos de preguntas o visitar planetarios tridimensionales.Los centros que ofrecen conocimientos y experiencia de forma ligera y divertida siguen creciendo a medida que crece el número de los interesados en visitarlos.
“Desde enero hemos vendido 200.000 entradas. Tanto a los parques acuáticos, como a las zonas de juegos combinadas con cafeterías, por ejemplo. Una nueva tendencia la representan los parques de experiencia, con temas como conocimientos sobre la naturaleza o la prehistoria”, indicó la directora de la mayor oferta del día checa, Marie Chytilová.
La diversión que supera las fronteras
La República Checa se ha convertido además en un mercado interesante para las agencias extranjeras.
“Las compañías internacionales que ofrecen diversión están convencidas de que los clientes que visitan estas atracciones buscarán proyectos parecidos también durante su viaje a la República Checa”, indicó el analista Jan Kotrbáček.Por otro lado, también los checos con cada vez más frecuencia cruzan las fronteras en la busca de una experiencia extraordinaria. Las ventas de las empresas que ofrecen viajes a los centros de entretenimiento en el exterior han aumentado notablemente, según coinciden.
Entre los parques extranjeros más concurridos por los checos figura el Legoland, en Alemania, el parque marino Marineland, en Francia, y el de Harry Potter, en Inglaterra.