Eduardo Mendoza: “La literatura checa siempre ha sido muy inquieta y renovadora”
Uno de los novelistas españoles más traducidos, Eduardo Mendoza, recogió este jueves en la capital checa el Premio Franz Kafka. Se trata del primer escritor hispanohablante en conseguir este galardón. Radio Praga tuvo la oportunidad de conversar con el escritor sobre su relación con la obra de Franz Kafka, la literatura checa y su creación literaria.
El galardón literario internacional, que ganaron escritores como Philip Roth, Haruki Murakami o Václav Havel, fue otorgado a Eduardo Mendoza por su “arte de narración magistral, visión humana de los acontecimientos y un sentido del humor acerado”, según declaró el jurado del premio, que destacó en especial su ópera prima 'La Verdad sobre el Caso Savolta' (1975), considerada la primera novela de la Transición democrática en España.
Eduardo Mendoza reveló a Radio Praga su relación con los premios literarios en general.
“Quieren decir que uno no está equivocado porque ha ido haciendo a lo largo de su trayectoria cosas y al final vienen unos premios. Esto quiere decir que hemos llegado a buen puerto. Además es un premio de un gran prestigio internacional, lo han ganado escritores de primerísima calidad. Y luego, pues, es una bonita ocasión para venir a Praga y, además, sobre todo, Franz Kafka”.
“Sin Kafka no se habría dado la renovación de la novela”
A algunos quizás les sorprendió que el premio, que lleva el nombre de uno de los novelistas más influyentes del siglo XX, fuera otorgado al escritor que en 2009 causó una gran polémica al declarar que “Kafka era un mal escritor”.Eduardo Mendoza desmintió una vez más que fuera 'kafkófobo' y concretó su relación con la obra del escritor praguense.
“Entendieron que yo lo había ofendido, insultado. Yo estaba hablando de la novela. Dije que la novela es una cosa concreta, que tiene unas reglas y estas reglas van cambiando. Por ejemplo, el escritor más importante del siglo XX es Franz Kafka. Sin embargo, nunca consiguió terminar una novela. Él mismo sabía que sus novelas no salían bien, por eso no las terminaba, y por eso dijo que las quemaran. Esto fue lo que dije. Pero luego salió en todas las redes sociales que yo había dicho que Kafka era un mal escritor. No, Kafka estaba luchando por renovar el género narrativo y eso tiene un precio de que el tren se salga de la vía. Además murió joven, quizá habría llegado a una conclusión. De momento lo que hizo fue importante para renovar. Si no hubiera existido Kafka, no habría habido la renovación de la novela que vino después. Eso fue lo que yo quise decir, pero fue muy mal recibido”.
“La literatura checa está entra las primeras europeas tras los grandes idiomas”
Lector devoto de las novelas del escritor checo Bohumil Hrabal y admirador de las obras teatrales de Václav Havel y Pavel Kohout, Eduardo Mendoza reconoce que a pesar de ser un país pequeño, la República Checa cuenta con una importante trayectoria literaria de gran repercusión.
“En estos momentos, yo diría que es una de las primeras literaturas de Europa después de los grandes idiomas internacionales; el inglés, el español, el alemán, quizá. Y enseguida ya viene el checo, como viene la literatura danesa. Creo que además por sus características. Siempre ha sido una literatura muy inquieta, muy renovadora, muy poco convencional. Y eso es bueno”, afirmó el escritor.
“Si un día no escribo, me pongo nervioso”
Eduardo Mendoza lleva publicando exitosas novelas desde hace más de cuatro décadas, y mantiene viva esta pasión, imaginación e inspiración.
“No se me ocurre otra cosa qué hacer. Si un día no escribo, me pongo muy nervioso. Me he pasado la vida escribiendo y no sabría qué hacer si no escribiera. Siempre que termino un libro pienso que no escribiré nunca más. Y al cabo de un poco empiezo otro y al cabo de unos días estoy tan entusiasmado como cuando empecé a escribir de niño. Nunca me canso. Mejor para mí”, explicó Mendoza.Sus narraciones, que mezclan elementos de la novela negra, policíaca y la parodia, divierten a los lectores a lo largo y ancho del planeta, ya que su obra fue traducida a más de 20 idiomas. El propio autor confiesa que el proceso creativo también resulta divertido.
“Me he divertido mucho pensando las novelas. Escribirlas es diferente. Es un trabajo muy artesanal, hay que dedicar horas a cada frase, pero a pesar de todo esto me gusta. Me he divertido con varias. De las que están traducidas al checo, que son solamente dos, me he divertido mucho escribiendo Pomponio Flato. Una novela que escribí un verano cerca de Barcelona al lado de una piscina, y creo que se nota. Es una novela de vacaciones, de verano. Me he divertido con todas. Si me hubiera aburrido una novela, la habría dejado”.
La novela ha perdido una parte importante de su razón de ser
Hace varios años, el escritor manifestó que el género de la novela va perdiendo fuerzas.
“Está perdiendo la autoridad que tuvo hace cincuenta, cien años. En estos momentos la novela tiene que competir con muchas formas de entretenimiento, de información. Un tipo de vida muy distinto. La novela era para una población sedentaria, muy conservadora. Las mujeres, que eran las grandes consumidoras de novelas, no salían de casa, la gente no viajaba... En estos momentos todos estamos siempre en la calle. Las mujeres trabajan, todo el mundo viaja. La novela ha perdido una parte muy importante de su razón de ser. Sigue teniendo la parte de literatura, pero es una parte pequeña. La gente compraba novelas porque no tenía otra manera de pasar las noches de invierno”.Sin embargo, el escritor no condena los medios audiovisuales que van tomando el relevo del entretenimiento, sino todo lo contrario, y hace un especial hincapié en las series de televisión.
“En fin, sigue siendo un género narrativo estupendo porque ha conseguido un viejo sueño, que es una película que dure doce horas. Antes las series de televisión tenían cuatro capítulos o eran cada vez unos episodios diferentes. Ahora son películas seguidas de diez, doce horas. Esto es fantástico, ni la novela ni el cine consiguen esta libertad narrativa. Es muy diferente de la lectura. Todo lo que es visual es diferente de la lectura que es puramente imaginación. No es una cosa mejor que la otra”.
La novela policíaca o negra no debe caer en la repetición, porque puede aburrir al lector.
“Tienen tendencia a repetirse. Es verdad que el público lector quiere volver a ver siempre la misma novela, porque le ha gustado una y quiere leer otra igual y si la novela es diferente, protesta y quiere una como la anterior. Pero para los que nos gusta la novela, a parte de la policíaca, preferiríamos que hubiera más variedad”, indicó el escritor. Un libro de historia, una novela policíaca y un estudio acompañan a Eduardo Mendoza por la noche.“Como la mayoría de la gente estoy leyendo cinco libros al mismo tiempo. Cuando estoy leyendo uno, aparece otro... Siempre leo un clásico, una cosa nueva de ahora para estar un poco al corriente. Suelo leer siempre un libro de historia, de ensayo. En estos momentos estoy leyendo 'El Reino', una novela francesa interesante de un escritor que se llama Carrère. Una novela de 800 páginas. Estoy leyendo una novela policíaca italiana se llama 'Romanzo Criminale', y un estudio muy largo y muy aburrido, pero que me interesa mucho, sobre la 'Divina Comedia' y me parece que estoy un un libro sobre la Segunda Guerra Mundial. No sé si me entero de lo que leo porque al final me hago un lío. Pero esto es lo que tengo en la mesilla de noche”.
Eduardo Mendoza revela en qué fase creativa se encuentra actualmente.
“Catastrófica (risas). He terminado una novela policíaca de humor, que sale dentro de cuatro cinco días. Y luego ya veremos. Cuando termino una novela nunca empiezo otra. Siempre dejo pasar unos meses y me entretengo haciendo una cosa que me gusta mucho que son traducciones. Me gusta mucho traducir. Del inglés, del francés, del alemán, he traducido al catalán, al castellano. He traducido mucho teatro, me gusta mucho. He escrito teatro. Quizá ahora haré esto, seguramente haré una traducción”.La directora de la Sociedad Franz Kafka, que entrega el premio, Markéta Mališová, se refirió a los criterios que deben cumplir las obras de los escritores laureados.
“Deberían ser intemporales y de carácter humanista. Creo que el señor Mendoza lo cumple y estoy muy contenta de que después de 15 años, el premio haya sido atribuido a un escritor hispanohablante”.
La trayectoria literaria de Eduardo Mendoza contiene 15 novelas, dos obras de teatro, y numerosos relatos y ensayos. El escritor, que actualmente cuenta con una docena de precios internacionales, es considerado uno de los autores más importanes de la literatura española contemporánea.