No cierren los ojos ante la violencia doméstica
Una de cada seis mujeres checas ha sido víctima de la violencia doméstica, según un reciente estudio sociológico de la compañía SocioFactor. Sin embargo, muchos de los encuestados admitieron que no saben distinguir bien entre violencia doméstica y un conflicto familiar corriente.
”Es un problema que merece atención, porque abarca los más diversos grupos sociales. Un resultado alarmante que reveló nuestro reciente estudio es el creciente número de casos de violencia doméstica. El 44% de los encuestados reconoció verse amenazados por ella o de tener experiencia con este fenómeno”.
El estudio, en el que tomaron parte unas 1.500 personas, demostró que una de cada seis mujeres y uno de cada 22 hombres checos han sido o son víctimas de la violencia doméstica. El 90% de los encuestados considera que la sociedad debería brindar una mayor ayuda a las personas afectadas por este mal y el 80% afirma que el Estado debería adoptar medidas mucho más duras para combatirla. Pero es cierto también que muchas personas no distinguen entre un conflicto familiar y el maltrato violento.
Además, mientras que hace unos 9 años prevalecían casos de violencia física, actualmente se dan cada vez más casos de maltrato psicológico, que quedan encubiertos y resulta mucho más difícil reunir pruebas contra el agresor para demandarlo ante la Justicia, como afirma Daniel Topinka.”Son cada vez menos los casos de formas tradicionales de violencia física, o éstas vienen combinadas con otro tipo de maltrato. Por otro lado somos testigos del incremento del abuso psicológico, cuando el agresor recurre por ejemplo al chantaje económico o a la violencia sexual. También se dan muchos casos cuando el agresor bloquea a su víctima las llamadas telefónicas, el correo electrónico y trata de incomunicarla con sus familiares y amigos”.
El estudio de SocioFaktor se hizo en el marco de la campaña nacional ‘El Silencio Duele’ que quiere impulsar a los ciudadanos a no vacilar en denunciar casos de violencia doméstica y ayudar a sus víctimas. Porque aunque la Policía y otras instituciones estatales, así como diversas organizaciones cívicas, ayuden a las víctimas de la violencia doméstica, es muy importante que estos casos sean descubiertos y denunciados lo antes posible. En ello precisamente puede ayudar mucho más la opinión pública, los familiares, amigos y vecinos de la persona afectada.