La Contienda de la Patata representó una ruptura en el arte de la guerra

Guerra de la Patata, Bernhard Rode: Federico II el Grande y su médico (1778)

La Contienda de la Patata o el Alboroto de la Ciruela son los apodos de la Guerra de Sucesión Bávara, que enfrentó en el siglo XVIII en el norte de Bohemia a dos potencias europeas: el reino de Prusia y el Imperio Austrohúngaro. Los arqueólogos checos investigan en estos días uno de los escenarios de la contienda, situado entre las ciudades de Liberec y Jablonec nad Nisou. En esta edición de 'Legados del Pasado, Testimonios del Presente' les acercaremos los acontecimientos que desembocaron en esta guerra hoy día casi olvidada, así como el origen de sus inusuales apodos.

Esquema de las batallas de 1778,  foto: Atillak / Wikipeda
Tras la extinción de la línea masculina de la Casa de los Wittelsbach, la administración del reino alemán de Baviera fue adjudicada por ley al allegado más cercano al linaje real, Carlos Teodoro del Palatinado y de Baviera. El príncipe elector decidió ceder la región heredada al emperador austrohúngaro José II de Habsburgo a cambio del territorio de los Países Bajos Austríacos.

Federico II el Grande
El ensanchamiento del Imperio Austrohúngaro hacia Occidente representó una piedra en el zapato del rey prusiano Federico II el Grande. El perpetuo crítico de la política austrohúngara optó al principio por una solución diplomática para impedir el incremento territorrial de sus vecinos del sur.

Sus esfuerzos no tuvieron éxito, y el rey prusiano ordenó finalmente la movilización de sus tropas, que el 5 de julio de 1778 pisaron el territorio de las Tierras Checas, que entonces formaban parte del Imperio Austrohúngaro.

Una guerra pasiva, pero innovadora

El transcurso del choque bélico resultó poco habitual para su época, según indicó para la Televisión Checa el historiador Zdeněk Munzar.

El mariscal Laudon
“Fue una contienda muy pasiva por ambas partes. No se produjo ninguna gran batalla ni una colisión significante. El conflicto se desarrolló en dos frentes. En el primero, el principal, situado entre las ciudades de Vrchlabí y Jaroměř, en el noroeste de Bohemia, se enfentó el emperador austrohúngaro José II y con el rey prusiano Federico II el Grande. El segundo frente vivió un enfrentamiento más dinámico, protagonizado por el mariscal Laudon y el hermano del rey prusiano, el príncipe Enrique”.

Aunque no se llevaron a cabo batallas de importancia a lo largo de toda la contienda, el enfrentamiento representó una ruptura en la historia bélica de la zona, ya que por primera vez se empleó la forma de guerra de trincheras. La estrategia lineal, que enfrentaba los soldados cara a cara, fue reemplazada por ingeniosas maniobras y desplazamientos sistemáticos.

El ejército austrohúngaro, ayudado por trabajadores civiles, se puso a levantar fortalezas, que finalmente llegaron a proteger una zona de más de 70 kilómetros de longitud.

Zdeněk Munzar,  foto: Andrej Halada,  Archivo del Ministerio de Defensa Checo
Uno de estos fortines fue descubierto en el municipio de Lukášov, situado entre las ciudades de Liberec y Jablonec nad Nisou. Actualmente, el lugar está siendo investigado por los arqueólogos, que tienen que llevar a cabo todos los trabajos hasta marzo, ya que después se iniciarán en el lugar obras de construcción de una nueva carretera.

La arqueóloga Renata Tišerová, del Instituto Nacional de Monumentos, describe el actual estado de la fortaleza y destaca que no es la única en el norte de Bohemia.

“Se trata de una preciosa localidad conformada por un foso en forma de herradura y con una contravalación amontonada. Detrás del foso se encontraba una posición de artillería, desde donde se vigilaba el camino por el que pasaba el ejército enemigo. Logré encontrar en el archivo unos documentos únicos, que fueron escritos por oficiales prusianos y austrohúngaros. En ellos se documenta la existencia de esta línea de fortalezas también en la sierra de Ještěd, en la zona de Český Dub y Česká Lípa, donde registramos una gran cantidad de estos monumentos”.

Petr Brestovanský,  foto: ČT24
Según afirmó el arqueólogo del Museo de Bohemia del Norte, Petr Brestovanský, en el lugar de la fortaleza aún hay previstas más investigaciones.

“Queremos examinar el lugar con mangetómetros y detectores. Estimamos que en cercanía de la posición de cañones se podría hallar también un almacén de munición. No creo que se la hubieran llevado toda”.

La guerra introdujo la patata en las Tierras Checas

Aunque no se produjeron muchos enfrentamientos violentos a lo largo de la Contienda de la Patata, los ejércitos sufrieron significantes pérdidas, explica Zdeněk Munzar.

“Las pérdidas de soldados se debían sobre todo a las enfermedades provocadas por la falta de higiene, el penoso estado de los campamentos militares, así como a un insuficiente abastecimiento de alimentos”.

Guerra de la Patata,  Bernhard Rode: Federico II el Grande y su médico  (1778)
El hambre afligía sobre todo al ejército prusiano. El único comestible de sus reservas eran patatas forrajeras y ciruelas inmaduras, cuyo consumo provocó más problemas de salud a los soldados. Esto junto a otras desfavorables condiciones, contribuyeron al debilitamiento del ejército prusiano.

La Guerra de Sucesión Bávara o la Guerra de la Patata acabó en 1779 con la firma del Tratado de Teschen, que impuso al emperador austrohúngaro devolver a Baviera casi todo el territorio adquirido, asignándole solamente un pequeño distrito situado en el río Eno.

Esta ganancia territorial resultó nefasta para la Austria del siglo XX, ya que una de sus ciudades, Braunau, es el lugar del nacimiento de Adolf Hitler. El hecho de que el canciller de la Alemania nazi naciera como ciudadano austríaco no es un asunto de prestigio para el país centroeuropeo.